sábado, 25 de noviembre de 2017

Sobre la inversión de los polos magnéticos




Vi mencionar por primera vez la inversión de los polos magnéticos terrestres en un libro de alquimia cuya primera edición fue en 1926: "El misterio de las catedrales" de Fulcanelli. Me pareció una idea descabellada, y di por sentado que provocaría sin duda alguna las carcajadas de la comunidad científica.

Cual no fue mi sorpresa, cuando años después,    leí     que    la ciencia   había
confirmado que hubo varias inversiones de los polos en tiempos remotos, y que es probable que nos estemos acercando a la próxima. Uno se pregunta, ¿Qué consecuencias puede tener un acontecimiento así en la vida de los seres humanos? ¿En qué medida tiene relación con el cambio climático cada vez más evidente, que asola la tierra? Magnetic Fields de Jean Michel Jarre nos introducirá en nuestra investigación...









hace unos años, vi en un documental televisivo, que unos científicos habían demostrado la existencia de cierta simultaneidad entre las auroras boreales y las australes. En efecto, basándose en mediciones hechas en ambos polos por sendos equipos técnicos, realizaron una animación en la que se veía un globo terráqueo rotando sobre si mismo en cuyos polos las auroras boreales y australes brotaban y se desvanecían a una velocidad muy superior a la real.  Cuando aparecía una aurora en el polo norte del pequeño globo, simultáneamente otra de aspecto similar iba tomando forma en el del sur. No eran idénticas, pero la mayor parte de las veces el parecido era sorprendente. Era algo sencillamente espectacular.



Fue la National Science Foundation la que decidió enviar una misión para estudiar aquel fenómeno del que por varias razones ya  sospechaban la existencia. La misión contaba con varios científicos, entre los cuales se encontraba el prestigioso geofísico Neil Davis.
Cuenta Davis que en la primavera de 1967, él y varios miembros de su equipo del Instituto de Geofísica montaron cámaras e instrumental de medición en dos aviones. El primer avión voló hasta Anchorage, Alaska, y el segundo a la localidad neozelandesa de Christchurch, o sea, al extremo opuesto del planeta, viajando simultáneamente y comunicándose de forma permanente con el mando central, en una de las primeras transmisiones vía satélite de la historia.


"El esfuerzo fue muy exitoso", comentó Davis, "porque descubrimos que las auroras en los dos hemisferios eran altamente simultáneas. De hecho, eran la una espejo de la otra"




Todo aquello fue tremendamente revelador para mi. De pronto vi claro que este hermoso planeta, más allá de las fronteras y divisiones imaginarias que hemos trazado en su superficie, se comporta como un ente único, indiviso. Es algo que siempre había intuido, pero que ahora podía constatar.






En el siglo XVI, fue Sir William Gilbert, científico y médico de la reina Isabel I de Inglaterra, quien enunció por primera vez la existencia del campo magnético terrestre, publicando su tesis en el tratado «De Magnete, magneticisque corporibus, et de magno magnete tellure» (Sobre los imanes, los cuerpos magnéticos y el gran imán terrestre). 


Gilbert supo ver el planeta cómo un gigantesco imán, con su correspondiente campo magnético.
Un campo magnético que además, tiene un papel fundamental para la vida en la Tierra: ejerce la función de escudo protector que impide la entrada en la atmósfera de partículas de elevada carga energética procedentes del Sol: los rayos cósmicos. 
Si ese campo magnético se debilitara más allá de ciertos límites, o desapareciera, la vida se extinguiría con el. 
Aquí tienen un interesantísimo documental sobre el tema: 







 La inversión de los polos magnéticos


Se trata de un fenómeno del que aún se sabe muy poco, pero cuya existencia ha sido demostrada por la ciencia: cíclicamente, en períodos de muchos miles de años, los polos magnéticos terrestres se invierten, es decir, el norte toma el lugar del sur, y viceversa. Esto se descubrió gracias al estudio de las propiedades magnéticas de rocas magmáticas del fondo del Océano Atlántico.

Antes que nada, no hay que confundir los polos magnéticos con los polos terrestres: los primeros son parte del campo magnético de nuestro planeta, mientras que los segundos son lugares concretos y tangibles. Según parece, uno de los síntomas de que la inversión de estos polos es inminente, es el paulatino debilitamiento del campo magnético terrestre.




                                     



Investigaciones recientes demuestran que existe una clara tendencia al debilitamiento del campo magnético terrestre desde hace unos 2.000 años y que, además, esta tendencia se ha acelerado bruscamente desde 1840.

La última inversión de los polos tuvo lugar hace unos 780 mil años. La mayoría de los científicos ha creído hasta hace muy poco que normalmente el proceso de inversión duraría algunos miles de años.

Sin embargo  nuevos estudios  señalan que tras un período de debilitamiento del campo magnético terrestre, podría darse un vuelco relativamente brusco de los polos, que tal vez tardaría sólo unas décadas en realizarse. De hecho, ahora se sabe que la última inversión se produjo en menos de un siglo.

Recientes mediciones indican que la intensidad del campo magnético de la Tierra está disminuyendo 10 veces más rápido de lo normal, lo que lleva a algunos geofísicos a predecir una inversión magnética inminente.







                          
Todo esto suscita muchas preguntas... por ejemplo: ¿En qué medida el cambio climático se debe a este fenómeno? Para mi es evidente que las emisiones de CO2 están produciendo el calentamiento global. Pero, ¿Son las únicas responsables? ¿O nos encontramos además ante un fenómeno natural y recurrente? Es un hecho comprobado que cada vez que se ha debilitado considerablemente el campo magnético terrestre se han producido al mismo tiempo bruscos cambios climáticos, aunque la ciencia aún no ha descubierto el nexo que vincula una cosa con la otra.

Y ¿Quien estará en lo cierto? Los que pronostican catástrofes apocalípticas, o los científicos, que generalmente tienden a lanzar mensajes tranquilizadores?
    


                              Juan Carlos







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