sábado, 3 de febrero de 2018

La Alegría del Silencio






Hace años, paseando por las calles de Quito, fotografié esta pintada.  Me resultó encantador encontrarla, así, por casualidad, en medio de una zona céntrica y bulliciosa de aquella ciudad inmensa
Aunque más adelante averigüé que "La Alegría del Silencio" era el nombre de una compañía de teatro, en aquel momento esa pintada  me transportó inmediatamente a mis lecturas de budismo zen, Krishnamurti, Alan Watts, etc.
¿Qué es el silencio?  ¿simplemente un terreno baldío que se extiende entre un sonido y otro? ¿La mera ausencia de sonido? ¿Qué significa además de eso para nosotros? En este post oiremos algunos ejemplos de música que invita al silencio, y encontraremos distintas ideas, creencias e intuiciones inspiradas en él.






"La contemplación es esencialmente una escucha en el silencio, una expectación."

Thomas Merton


Thomas Merton (1915-1968) era un monje trapense del monasterio de Getsemaní, Kentucky. Escribió varios interesantes libros sobre espiritualidad, y es conocido por su interés por el misticismo oriental. Una de sus frases más conocidas es: "Está cerca el día en que seré capaz de vivir sin palabras".










Vivir sin palabras.... pero si la mayoría esperamos tantas cosas de ellas, creo que muchas más de las que realmente pueden ofrecernos! Motivación, consuelo, seguridad; y sin embargo, son tan escurridizas, tan ambiguas... son como castillos de naipes que se vienen abajo por cualquier ligera corriente de aire... durante miles de años se nos ha enseñado a darle una enorme importancia a las palabras como medio para obtener bienestar y seguridad, y a asociar al silencio con el vacío y la muerte.


Y viene un tal Thomas Merton y dice: voy a vivir sin la "muleta" de las palabras. 








Qué dijeron otros sobre el silencio?



” El silencio es el ruido más fuerte, quizás el más fuerte de todos los ruidos” (Miles Davis)


” En realidad por mucho que intentemos hacer un silencio no podemos. para ciertos procedimientos de ingeniería es deseable tener una situación lo más silenciosa posible. Una habitación así se denomina cámara sorda, sus seis paredes hechas de un material especial, un habitáculo sin ecos.. Hace unos años entré en una de esas cámaras en la Universidad de Harvard y oí dos sonidos, uno agudo y otro grave. Cuando lo describí al ingeniero encargado, me explicó que el agudo era mi sistema nervioso en funcionamiento; el grave, mi sangre circulando. Hasta que muera habrá sonidos. Y estos continuarán después de mi muerte. No es necesario preocuparse por el futuro de la música” ( John Cage, Silencio)

"Cultivando el árbol del silencio, recogerás los frutos de la sabiduría"  (anónimo)

"Los ríos más profundos son siempre los más silenciosos"  (Quinto Curzio Rufo)

"El silencio es el elemento en el que se forman todas las cosas grandes "(Thomas Carlyle)

"Hay un silencio de la mente que ni el ruido ni el pensamiento pueden tocar. Este silencio es inocente y por tanto infinito. Cuando existe ese silencio en la mente surge de él una acción, y esa acción no genera confusión ni desdicha." (Jiddu Krishnamurti)

"La verdad tiene el lenguaje del silencio y con él llega mucho más allá que cualquier palabra. Cuando conectamos con el silencio esa verdad nos llega hablando sin palabras de una forma clara y directa; entonces oímos esa voz sin voz que nos llega con una certeza abrumadora atravesando el corazón." (Maite Bayona)







Podríamos llenar páginas y páginas escribiendo frases en las que se reflejan distintas visiones, a menudo antagónicas, del silencio, pero a lo que quería llegar es al eslógan de la casa ECM, una sello discográfico alemán en el que se produce una música muy difícil de etiquetar, pero que grosso modo podría clasificarse como jazz experimental o de vanguardia. Su eslógan siempre me ha fascinado: "ECM: El sonido más hermoso después del silencio".



Lo primero que me sugiere esta hermosa frase, es que quienquiera que la haya escrito, contempla al silencio no como ausencia,  sino como plenitud de sonido. Como al más hermoso de los sonidos. Esa idea me resulta fascinante: después de todo, el color blanco, ¿no es la fusión de todos los colores  del espectro? ¿Quien diría que del rojo, del azul, etc. unidos resultara el blanco? Y sin embargo, es así. Al blanco también se le suele percibir como ausencia de color, a pesar de ser un color más. Y al igual que el blanco,  el silencio tal vez sea la suma de todos los sonidos.









En el eslógan de ECM parecería haber implicita una invitación a dejar atrás  los registros audibles  para aventurarnos en los dominios del silencio. En cualquier caso, estamos llamados a un encuentro con el silencio, que tarde o temprano se dará, nos guste o no.







Hay musicas que parecen invitarlo a uno a adentrarse en ese silencio vital, consciente y perceptivo, que no tiene nada que ver con el de la mente que está en un estado de estupefacción, embotada, o dormida. Otras músicas, en cambio, sólo invitan a huir del silencio como si de la misma muerte se tratara. Hay muchas personas que padecen de una auténtica fobia al silencio. Para ellas el sonido incesante de la tele, la radio, o la música, es una forma compulsiva de escape de si mismos. Y cuanto más alto esté el volúmen, mejor. Cuando se reúnen con otra gente siguen haciendo lo mismo: todos hablan a la vez,  evitando a toda costa que se produzca el menor intervalo, la menor fisura que pudiera romper el encantamiento. En ese perfil encajan también muchos melómanos.






Sin embargo pienso que cuando la mente pierde la capacidad de recogerse en silencio, la música  acaba convirtiéndose poco a poco en simple ruido de fondo. Igual que le pasa al adicto al tabaco, que ya casi ni saborea el cigarro que fuma, porque tan solo es presa de una compulsión en la que hay más rutina que disfrute. Así, la mente que nunca detiene, o al menos ralentiza su monólogo interno, pienso que estará cada día más confusa e insensible. En cambio, aquella que regresa renovada  del oasis del silencio, podrá captar con más frescura y nitidez cada matiz que le brindan una música, un paisaje, una sonrisa.





Antes de terminar, quiero hablar de William Johnston, padre jesuita que ha dedicado su vida a estudiar la meditación y sus efectos neuropsicológicos. Ha investigado a meditadores budistas, cristianos, musulmanes, etc. midiendo sus ondas cerebrales y comparando los resultados obtenidos. He aquí un comentario del propio Johnston al respecto:


"La investigación en el campo de la consciencia tiene una gran deuda con el científico alemán Hans Berger quien, en la década de 1920, descubrió las ondas cerebrales y su relación con diferentes estados de consciencia. Gracias a su trabajo pionero, ahora sabemos que el cerebro emite tenues impulsos eléctricos que pueden ser medidos en microvolts mediante un electroencefalograma o EEG. Concretamente, los investigadores adhieren electrodos al cuero cabelludo de los sujetos que se examinarán y los conectan al EEG, el cual tiene un amplificador. Este amplifica los pequeños potenciales eléctricos hasta diez millones de veces. Entonces se trazan las ondas o ritmos cerebrales con plumas de tinta automáticas sobre un rollo de papel giratorio, Puesto que hay varios tipos de ondas cerebrales, el EEG puede ser equipado para filtrar el tipo particular de onda cerebral que se desea registrar.





Hay cuatro ondas cerebrales principales, medidas según la frecuencia o la velocidad del impulso y la amplitud o el voltaje del impulso. Los investigadores solicitan a los sujetos examinados que describan sus estados internos mientras están produciendo determinadas ondas cerebrales. De esta forma han verificado que ciertos estados psicológicos internos están asociados con una determinada actividad cerebral.

Los cuatro grupos de ondas cerebrales son los siguientes:

Beta.- Es la más común en nuestras horas de vigilia. La beta-consciencia, cuya medida es de 13 o más ciclos por segundo, está asociada con la atención enfocada y el pensamiento activo de una mente vuelta hacia el mundo externo. En este ritmo se manifiesta el más alto grado de excitabilidad cortical. El lector de estas páginas está ahora produciendo una buena cantidad de ondas beta.

Alfa.- Son más tranquilas. En ellas la frecuencia baja a 8 a 12 ciclos por segundo, y el estado interno se describe como de lucidez relajada, desplazándose hacia la interioridad o lo que se llama «estados internamente enfocados». Aunque alrededor del 10% de la población de los E.E.U.U. no son productores de ondas alfa, la mayoría de la gente las produce cuando cierra sus ojos y se relaja. Pero, continuar en consciencia alfa en forma estable con los ojos abiertos no es fácil. En verdad, sólo difícilmente puede ser logrado sin entrenamiento especial, y es una de las características de los adeptos al Zen.

La onda alfa puede ser de alta o baja amplitud según la producción de microvolts por el cerebro. Las ondas alfa de alta amplitud indican que el sujeto está en un estado de concentración más profundo. Este ritmo está asociado con la meditación más avanzada y con el misticismo.

Theta.- Su frecuencia es de 4 a 7 ciclos por segundo. Está asociada a la somnolencia, Es el ritmo que aparece cuando nos deslizamos hacia la inconsciencia o hacia el sueño, y, a menudo, están acompañadas por imaginería hipnagógica como la de los sueños.

Delta.- Su frecuencia es de 0 a 4 ciclos por segundo. Es el ritmo que se encuentra en el sueño profundo, sin ensueños."




                             Thomas Merton


La onda Alpha, en resumen, es la del silencio consciente y sereno. La de la música callada, la de la plenitud del Vacío...




                 el Canario


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