martes, 21 de mayo de 2019

Focus - Hamburger Concerto (1974)








Con la portada de la edición italiana en vinilo de este álbum, que ya es un clásico del rock sinfónico,  abro mi comentario sobre Hamburger Concerto, una larga pieza que ocupa toda una cara del disco homónimo.Ya se que se ha hablado muchísimo de este tema, pero aún asi, me propongo sorprenderles y colmar algunas  lagunas que veo que existen en la mayor parte de las reseñas que he leído sobre él. Espero que esta lectura les resulte, como mínimo,  amena.    



Artista: Focus
Álbum: Hamburger Concerto
Año: 1974
Género: Rock, Progresivo, Rock Sinfónico
Duración:  20:19
Nacionalidad: Holandesa


Tema:
"Hamburger Concerto":
I. Starter (van Leer)
II. Rare (Akkerman)
III. Medium I (van Leer, Akkerman)
IV. Medium II (Akkerman)
V. Well Done (Trad. arr. de van Leer)
VI. One for the Road (Akkerman) 


Alineación:
Thijs van Leer / organo Hammond, flauta, piano, clavicordio, moog, sintetizador ARP, flauta, melotrón, voz, organo de St. Mary The Virgin
Jan Akkerman / guitarra
Bert Ruiter / bajo
Colin Allen / Batería









Procedente de los Países Bajos, Focus fue un grupo de rock progresivo liderado por el guitarrista Jan Akkerman y el teclista Thijs van Leer, ambos músicos de formación clásica.  Focus comenzó su andadura en el año 1969, cuando los miembros de su primera formación eran parte integrante de la banda del musical Hair, en Holanda. 
En enero de 1971, publican su disco de debut In and out of Focus, y en octubre del mismo año su primera obra maestra, Focus II (fuera de Holanda se tituló Moving Waves), que fue grabado en Londres y se convirtió en un gran éxito a nivel internacional. Su tema más conocido es Hocus Pocus, donde Thijs van Leer utiliza por primera vez el canto a la tirolesa, y otras formas de expresión vocal, a menudo cómicas y grotescas, en contraste con la atmósfera solemne y majestuosa de muchas de las partes instrumentales.

Su obra cumbre llegó en 1972, con el título de Focus III, un álbum doble que obtuvo un enorme reconocimiento mundial. Varios medios especializados calificaron a Focus como Mejor grupo extranjero; Jan Akkerman fue nombrado Mejor guitarrista del mundo. Sylvia, el tema más comercial del álbum, fue un éxito rotundo.





Después de Focus III la banda realizó  una larga gira por los EEUU,  y en octubre de 1973 sale a la venta su primer álbum en vivo, Focus Live at the Rainbow, grabado en el Rainbow Theatre de Londres. 


Aunque no es mi intención enumerarlos aquí, entre un álbum y otro, Focus sufrió varios cambios de alineación; la salida de la banda del baterista Pierre van der Linden, sustituído por Colin Allen, percusionista que había trabajado con John Mayall, fue uno de los cambios más determinantes en la trayectoria de la banda holandesa. Tras la incorporación de Allen la banda emprendió el trabajo que nos ocupa aquí, Hamburger Concerto, que cierra de modo fastuoso la primera etapa de su andadura. Lo que vino después, para mi gusto no fue tan espléndido, y, poco a poco se fue orientando cada vez más hacia lo comercial.

Pero esa ya es otra historia:  después de este breve vistazo al primer período del grupo, llegamos al álbum Hamburger Concerto, que es la culminación de esa etapa. Voy a detenerme en la pieza homónima de más de 20 minutos que ocupa toda la cara B del disco y que es su tema centralNo voy a hablar aquí de los cuatro temas de la cara A del vinilo, no porque no los considere buenos (salvo Harem Scarem, todos me gustan mucho), sino porque, sencillamente, en estos últimos días tengo  el Concierto de la hamburguesa en mi cabeza.


¿"Concierto hamburgués", o "Concierto de la hamburguesa"? No lo se a ciencia cierta, pero sospecho que la segunda traducción debe ser la correcta, porque el humor es uno de los ingredientes que no suelen faltar en los temas de Focus. Tenemos un claro ejemplo en el título de un blues que es el segundo corte de Mother Focus, el álbum que le sigue cronológicamente a Hamburger Concerto: I Need a Bathroom (Necesito un W.C.) o en el del segundo tema del disco que nos ocupa, Harem Scarem ("harén atemorizado", en holandés).

Se dice que el titulo Hamburger Concerto alude humoristicamente a los Conciertos de Brandeburgo de Bach.





    

He leído criticas mordaces con respecto a la duración de este tema. Al igual que con las cuatro suites que conforman Tales From Topographic Oceans de Yes, se ha dicho de él que hace falta tomarse una buena dosis de estimulantes para no dormirse escuchándolo. Respeto esa opinión, pero no la comparto. Hay tanta creatividad y virtuosismo en esta pieza que, después de todos estos años, sigue manteniéndome en vilo desde el principio hasta el final cada vez que la vuelvo a escuchar, y todavía no he logrado descifrar el misterio que encierra, y que me sigue invitando a desvelar, como cuando la escuché por primera vez, en casa de mi amigo Gabriel. Será por eso que ahora me encuentro aquí, documentándome sobre el tema.


Hamburger Concerto es una suite de seis movimientos, que llevan títulos bastante inusuales (como "Motor de arranque", "Raro", o "Bien Hecho").  Los seis movimientos no están separados por silencios, sino que se suceden sin interrupción.

El tema en el que se basa  la suite es el primer tiempo (andante) y leitmotiv de las  "Variaciones sobre un tema de Haydn"  de Johannes Brahms. 
Aquí les dejo un video con esta pieza ejecutada por la Orquesta Filarmónica de Berlín, bajo la dirección de Nikolaus Harnoncourt:






Hamburger Concerto. Sus seis Movimientos 

El primer movimiento de esta suite se titula Motor de arranque,  y se extiende desde el minuto 0 hasta el minuto 5' 25".
Consta de una introducción instrumental con órgano, sintetizador, arpa eléctrica, campanas y percusiones varias. En el se presenta el tema principal, al que se yuxtapone un arpegio de guitarra eléctrica a lo George Harrison (que recuerda los de Here comes the Sun, It don't come Easy, Badge, etc. etc.) El órgano de tubos pertenece a la St. Mary The Virgin Church de Barnes, cerca de Londres. 

Segundo movimiento: Raro (del  minuto 5' 25" al 6' 20")
En este movimiento Thijs van Leer canta empleando una gran variedad de recursos vocales para conseguir un efecto cómico, pasando bruscamente del  grave al agudo, utilizando el falsete, emitiendo ruidos con los labios y la lengua, parodiando los cantantes de ópera, etc. En ciertos momentos, parece hablar en lenguas, como se dice que hacían los primeros cristianos.

Tercer movimiento: Medio I (del minuto 6' 20" al 9' 30").
Es una parte enteramente instrumental, en la que se percibe una difusa atmósfera española, con castañuelas incluídas, en el transcurso de la cual Thijs van Leer desarrolla dos solos. En el primero maneja de forma magistral el órgano Hammond (a partir del minuto 6' 40"), luego pasa a la  flauta travesera, a la que le saca todo su jugo a partir del minuto 8' 05".

Cuarto movimiento: Medio II. Ahora es el turno de los elegantes solos de guitarra eléctrica de Jan Akkerman (desde el minuto 9' 30" al 15' 33") que discurren en un ambiente más próximo al jazz progresivo.


Quinto movimiento: Bien hecho, que incluye una pieza vocal cantada por van Leer (del minuto 15' 33" al 16' 52"),  tomada de una obra de teatro del siglo XVII, Gijsbrecht van Aemstel, cuyo autor es el dramaturgo holandés Joost van den Vondel. Se trata del villancico  O Kerstnacht, schoner dan de dagen, que aquí les presento en la versión de Herman van Veen con la Barokensemble o.l.v. Ton Koopman:




Aquí tienen el texto, cuya solemne sonoridad encuentro impresionante:





O, Kerstnacht schoner dan de dagen

Hoe kan Herodes het licht verdragen

Dat in Uw duisternisse blinkt

En wordt gevierd en aangebeden

Zijn hoogmoed luistert naar geen reden

Hoe schel die in zijn oren klinkt


Hij tracht d' onnozelen te vernielen

Door het doden van onnozele zielen

En wekt een stad en landgeschrei

In Bethlehem en op den akker

En maakt den geest van Rachel wakker

Die waren gaat door beemd en wei





Sexto y último movimiento: Uno por la carretera (desde el minuto 16' 52" hasta el final) Es una parte instrumental en la que se genera una atmósfera inquietante, donde la tensión va creciendo hasta alcanzar el suntuoso final en el cual se entrecruzan guitarra eléctrica, coros, campanas y órgano, para terminar con el arpegio de guitarra que mencioné en el primer movimiento, seguido de una escala, también de guitarra, con reminiscencias orientales, y unas notas de piano que evocan las campanadas del Big Ben de Londres.


   


Sin excluir los títulos chistosos y las payasadas vocales de Thijs van Leer, nos encontramos ante algo de un calibre descomunal, una de esas piezas que quedarán en los anales de la música como una obra maestra.
Yo me he preguntado a menudo si ha habido una intención religiosa, espiritual, o mística, en este trabajo, y no he llegado nunca a encontrar una respuesta. 
Hay otros temas de Jan Akkerman y Thijs van Leer en los que esa intención resulta evidente. Van Leer, entre otras cosas, compuso una misa, y, volviendo al álbum Hamburger Concerto, el tema La Catedral de Estrasburgo es otra muestra... no conozco otro grupo rock que le haya dedicado un tema a una catedral o a nada que se le parezca. En cuanto a Jan Akkerman, baste mencionar su álbum Tabernakel, en el que hay varias referencias a las religiones judeocristianas. Si les interesa este tema, les remito a unos enlaces que profundizan bastante en el: Jan Akkerman y Thijs van Leer


Terminaré este post con un tributo que le fue rendido a Focus por un colectivo de músicos aficionados y profesionales de distintos países: cada uno desde su casa, su estudio, e incluso desde una iglesia, interpreta una sección del Hamburger Concerto, y el resultado es muy interesante. Si quieren saber más, en youtube encontrarán los créditos: 






               


                  el Canario












2 comentarios:

  1. Excelente mi amigo muy completo tu comentario sobre esta gran banda progresiva. Abrazos

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  2. Un fuerte abrazo y mi mas calida bienvenida!

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