sábado, 26 de diciembre de 2020

Gramática del blasón






Un buen libro para iniciarse en las reglas básicas del blasón francés, es el que comentaré a continuación: Grammaire Heráldique, de H. G. de Genouillac. 
Ya dije en artículos anteriores que, por diferentes motivos, estoy interesado de modo especial en el blasón francés, y en la lengua francesa en general. Tanto es así, que me estoy planteando escribir sobre estos temas en ese idioma, y así, de paso, lo practico. Sin embargo, en este post todavía escribiré en castellano, aunque los términos del blasón, los pondré en francés, para facilitar su aprendizaje. Tal vez no sea una forma muy elegante de escribir, pero para mi es muy didáctica. 




lunes, 21 de diciembre de 2020

El Sueño de Polifilo (artículo de Grasset d'Orcet). Traducción al español, VII

                  


Por fin llegamos a la cuarta y última entrega de este esclarecedor artículo sobre el Sueño de Polifilo. Tal vez, como yo, hayas encontrado al autor un  tanto (o un mucho) chovinista  y conservador, y te habrás preguntado que hago yo traduciendo esto... Te responderé que me traen sin cuidado las ideas y creencias del señor que se encarga del reparto del correo.  Lo que realmente me importa es que ese paquete repleto de oro y joyas que estoy esperando, llegue a mi integro y sin retrasos.
La traducción de este último capitulo me ha costado  mucho más trabajo que la de todos los anteriores, porque a medida  que me adentro en su  laberinto, los enigmas que propone esa esfinge son más y más complicados. Pero al fin creo que, básicamente, tengo listo mi equipaje para seguir los pasos de Polifilo. Este es mi ofrenda para quienes la sepan y quieran aprovechar... Feliz Navidad.

                                                                                                                                                                                                

domingo, 20 de diciembre de 2020

El Sueño de Polifilo (artículo de Grasset d'Orcet). Traducción al español V, VI



                                                                       
                 



"Es cosa única y sobremanera admirable la forma en que (el autor) habla la lengua de nuestro país. Es preciso para entenderlo, saber griego, latín, toscano y vulgar (francés). Pero él, que es hombre muy sabio, buscó la manera de que (...) quien fuera docto pudiera entrar por si mismo en el santuario, y que quien no lo fuera, no perdiese la esperanza. Porque si encontrara alguna dificultad para entender la obra, ella está expuesta, sin embargo, con cierta gracia, cómo un vergel lleno de flores variadas, enunciada en un suave discurso, expresado en figuras y presentado a los ojos en forma de imágenes." (de la dedicatoria de Leonardo Crasso a Guido, duque de Urbino).