No es muy frecuente que yo comente una obra clásica: admito desde ya mi ignorancia en materia. Por consiguiente, no esperen de mi una gran erudición ni una fraseología especializada.
Esta reseña está dirigida a personas que, como yo, quieren iniciarse en los rudimentos de la música clásica. Si usted ya es un erudito, le recomiendo que, si quiere profundizar, acuda a blogs especializados.
En lo mas hondo de esta música late un estado de asombro y de gracia. "A State of Wonder." Les hablo de las Variaciones Goldberg de J. S. Bach, y de quien para mi es uno de sus mejores intérpretes: Glenn Gould.
Artista: Glenn Gould
Álbum: A State of Wonder (The Complete Goldberg Variations)
Año: 1955/1981
Género: clásica
Duración: 2:55:12
Nacionalidad: canadiense
Año: 1955/1981
Género: clásica
Duración: 2:55:12
Nacionalidad: canadiense
Partes:
1. Aria
2. Variaciones ( 1/30)
1. Aria
2. Variaciones ( 1/30)
3. Aria da Capo
Discos:
1. J. S. Bach - Goldberg Variations, BWV 988 - 1955 Recording
2. J. S. Bach - Goldberg Variations, BWV 988 - 1981 Recording
3. Interview with Tim Page (1981)/Studio Out-Takes from The 1955 Recording Session
Glenn Gould / Piano
La Historia
¿Qué son las variaciones Goldberg? Vamos a empezar por adentrarnos en su historia, y lo haremos de la mano de un relato, no exento de cierto espíritu novelesco, y tan brillante que con el permiso de su autor, me limito simplemente a transcribirlo:
"En las frías noches del XVIII en las Cortes de Dresde, Alemania, había un conde llamado Hermann Carl von Keyserlingk, embajador ruso, que no podía conciliar el sueño porque padecía de insomnio. Este conde tenía a su servicio al joven (14 años) clavicembalista (el piano no aparecería hasta tiempo después) Johann Gottfrieb Goldberg y al maestro de este, Johann Sebastián Bach y le encomendó a Bach la composición de unas piezas para el teclado de carácter suave que le permitiesen entretener sus noches de insomnio. Así, en 1741, Bach concluyó la composición de lo que el llamaría ‘Aria con diversas variaciones para el clavicémbalo con 2 manuales’ y que el conde rebautizaría con el nombre de ‘Las Variaciones de Goldberg’ ya que era el joven quien las interpretaba noche tras noche. Para pagarle esta partitura el conde le entregó a Bach una copa de oro llena de monedas, también de oro, lo que suponía el salario normal de Bach a lo largo de un año.
Esta es la historia según Johann Nikolaus Forkel, uno de los más conocidos biógrafos de Bach, casi contemporáneo a el, basada en los relatos que le contó Carl Philip Emmanuel Bach.
La otra versión dice que estas variaciones forman parte de uno de los tomos, el relativo al clavicémbalo, de la ‘enciclopedia musical’ que Bach se dedicó a escribir a medida que se iba haciendo mayor. Al parecer, no fue el conde quien le encomendó la tarea de escribir estas variaciones sino que Bach le regaló una copia de la partitura como agradecimiento a las referencias que había dado el conde de el para que fuese elegido Compositor de la Corte de Dresde a finales de 1736. Inició la composición de esta partitura 3 años antes de ser nombrado compositor de la corte y una vez adquirido este cargo detuvo su escritura hasta que espoleado por el talento del joven Goldberg las retomó y completó en 1741. La primera vez que se publicaron estas variaciones se hizo con el nombre original que les había dado Bach y que posteriormente cambiaría a ‘Las Variaciones de Goldberg’ debido a la primera versión de la historia.
De las dos versiones, al parecer la primera es más una leyenda del romanticismo y la segunda la versión real, yo me quedo con la primera, que le viene que ni pintada a esta maravilla."
"Actualmente se opta por interpretar esta obra al piano y los entendidos dicen que si Bach hubiese conocido el piano, esta obra hubiese sido para piano. Personalmente prefiero para verano, otoño e invierno y la noche la interpretación al piano y para primavera la interpretación al clavicémbalo. El sonido del clavicémbalo es el de un piano con las cuerdas mucho menos largas y mucho más tensas, suena mucho más a instrumento de cuerda que el piano y soy de los que opina que el piano debería ser considerado una rama aparte de los tres tipos de instrumentos básicos. La (única) versión que tengo al clavicémbalo, de Christiane Jaccottet, suena una pizca más pausada que las interpretaciones al piano que he oído. Al estar escrita en clave de sol, esta obra obliga a los intérpretes a imprimirle un carácter a cada variación, siendo en este aspecto, Glenn Gould el mejor y más grande intérprete y estudioso de esta obra de todos los tiempos junto con Gustav Leonhardt."
El intérprete
” El propósito del arte no es la explosión momentánea de adrenalina, si no la construcción gradual, a lo largo de toda una vida, de un estado de asombro y serenidad "
Glenn Gould
De todas las versiones que se han hecho de las Variaciones Goldberg, la que ha alcanzado mayor popularidad es la de Glenn Gould, artista polémico y extravagante, aquejado, según su psiquiatra, de una rara enfermedad, llamada síndrome de Asperger.
El síndrome de Asperger es un trastorno del espectro del autismo. Es más leve que el autismo pero comparte algunos de sus síntomas.
Su síntoma principal es el interés exclusivo y obsesivo por un único tema. Algunos niños con síndrome de Asperger se convierten en especialistas en marcas y modelos de automóviles, o incluso en aspiradoras. Sus conocimientos, y su elevado dominio del vocabulario y del lenguaje hacen que a menudo parezcan pequeños profesores.
Los niños con síndrome de Asperger tienen dificultad para interpretar situaciones sociales e identificar los sentimientos de otras personas. Pueden tener movimientos extraños o tics nerviosos. Todo esto les dificulta hacer amistades. Los problemas asociados a las habilidades motrices también son comunes en los niños con este síndrome: suelen desarrollarlas más tarde que otros niños.
En resumen, en el síndrome de Asperger se distinguen tres síntomas principales: habilidades comunicativas insuficientes, conductas obsesivas o repetitivas y torpeza física.
Ese interés monotemático y obsesivo que les domina, agudiza exponencialmente la capacidad de algunos de esos niños para desarrollar complejos procesos intelectuales.
Esto concuerda plenamente con la personalidad genial pero enfermiza de Glenn Gould.
Gould interpretó a compositores tan dispares como Byrd, Strauss, Hindemith, Gibbons o Schönberg. Pero su gran pasión fue Bach, que ponía por encima de Beethoven o de Mozart, a los que también interpretó pero considerándolos inferiores. A los románticos como Chopin, Schumann, Liszt o Claude Debussy, siempre los despreció de forma expresa y tajante. Este tipo de manifestaciones unido a su interpretación descaradamente libre y personal de los clásicos, le valieron la fama de indeseable en algunos círculos .
Por otra parte, Gould, era un personaje lleno de extravagancias. Subía al escenario con el frac arrugado bajo una –o varias– bufandas y abrigos. Evitaba el contacto físico con extraños, y sin embargo adoraba el teléfono, que le permitía comunicarse guardando las distancias al mismo tiempo. Huía de la fama, de su mismo público, y sólo encontró sosiego en el espacio insonorizado de los estudios de grabación. Siempre llevaba encima antes de cada actuación todo un arsenal de fármacos y una silla personal, fabricada por su padre, que le permitía sentarse al piano a una altura más baja de lo normal. Eso era debido a que sufría de una dolencia en la espalda desde niño que le obligaba a encorvarse al tocar. Esa célebre silla, que le acompañaba a todos sus conciertos, era algo así como una parte más de su persona; además, antes de tocar el piano necesitaba sumergir veinte minutos las manos en agua caliente.
Pero no sólo era un pianista sublime, también tenía una personalidad imprevisible, misteriosa, críptica, que fascinaba a sus interlocutores y obsesionaba a los numerosos fans que le seguían por todo el mundo. Detestaba a los Beatles, y sentía una gran admiración por el pianista de Jazz Bill Evans, que al parecer era mutua.
Gould también se caracterizaba por algo muy peculiar que ningún pianista hizo antes que él y que puede fácilmente comprobarse. Mientras tocaba el piano tarareaba la melodía, como después lo hiciera Keith Jarrett, y esto es algo que se puede oir perfectamente en sus grabaciones, como sonido de fondo.
En 1964 abandona su carrera de concertista, para dedicarse plenamente al mundo de las grabaciones de estudio y experimentar con la incipiente tecnología digital, que consideraba el gran futuro de la música. Esta retirada por parte de Glenn Gould de la vida pública no hizo más que acrecentar su aureola de extravagancia.
La acogida de las Variaciones Goldberg de Glenn Gould por parte de la crítica especializada fue bastante desigual. Su versión de Bach es mucho más libre, más espectacular, violenta y rápida de lo habitual.
Llegó a grabar hasta tres versiones diferentes, la primera de ellas en 1955 y la última en 1981. Las diferencias entre la primera y la última de las versiones de Gould son notables, porque su percepción de las Variaciones Goldberg había cambiado con el tiempo. La segunda versión es mucho más lenta: la primera dura 39 minutos y la segunda 51. La nueva versión se grabó a la vez en formato analógico y digital, llegando a ser uno de los primeros compact-disc de la historia. La segunda versión es superior a la primera, porque muestra a un Gould más maduro, más consciente de lo que hace.
Glenn Gould murió un año después de la grabación de la tercera versión de las Variaciones, en 1982.
Entre la primera y la última versión median casi tres décadas. Escuchando las dos con atención, puede apreciarse el proceso de crecimiento de Gould, su maduración, tanto musical como espiritual. Por esa razón también, este álbum es para mi un documento de inestimable valor humano y artístico.
La Obra
Las Variaciones Goldberg fueron escritas para ser ejecutadas con el clave, un instrumento compuesto de dos teclados situados uno encima del otro, también llamado clavecín, clavicémbalo, clavicordio, etc..
La obra consta de un tema único, llamado aria, que le da comienzo, seguido de treinta variaciones y un reprise del aria o aria da capo. El aria da capo repite la melodía del aria, pero con más lentitud y gravedad, evocando una muerte o una despedida. Lo que liga todas las partes de la obra no es una melodía común, sino un fondo de variaciones armónicas de las que es objeto la línea de bajo. Las melodías pueden variar, pero subyace siempre un tema de bajo constante.
Construida a semejanza de una estructura biológica llena de equilibrio y simetría, esta obra rompe el patrón de lo que se concebía como Variaciones en aquella época, y que Bach consideraba más bien frívolo, convirtiéndolas en una forma musical de un alcance mucho mas trascendente.
Para quien desee profundizar más sobre los aspectos técnicos y eruditos de las Variaciones Goldberg, le remito a la wikipedia.
El álbum consta de tres discos. El primero contiene la ejecución de las Variaciones realizada en 1955. El segundo disco, la grabación de las mismas en 1981. En el tercero hay una entrevista a Glenn Gould llevada a cabo por Tim Page y unas tomas de las sesiones de grabación de 1955.
Variaciones Cósmicas
En 1972 la NASA lanzó la sonda Pioneer 10 desde cabo Cañaveral. Uno de sus objetivos era el de investigar acerca de la posibilidad de la existencia de vida inteligente fuera de nuestro sistema solar. Carl Sagán incluyó en la sonda una considerable cantidad de información sobre nuestra civilización. Las Variaciones Goldberg ejecutadas por Glenn Gould, forman parte de ese catálogo cultural. La verdad es que me produce cierta impresión pensar que esta obra ahora se encuentre probablemente navegando mucho más allá de nuestro sistema solar, o que pudiera incluso estar ya en manos de otras formas de vida inteligente... lastimosamente, se enviaron las Variaciones de 1955, que para mi no son tan buenas como las de 1981.
En 2008, la Agencia Espacial Estadounidense decidió celebrar su 50 aniversario enviando al espacio otra sonda con nuevas muestras selectas de la civilización humana, y esta vez, entre otros items se incluyó la canción de los Beatles, Accross the Universe.
Que ese estado de asombro y maravilla (State of Wonder) al que alude Glenn Gould les invada y les ilumine al escuchar esta obra capital.
el Canario
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