sábado, 4 de mayo de 2019

El Ombligo del Mundo









¿Por qué en muchas tradiciones ancestrales se utiliza la expresión de Pilar o de Ombligo del Mundo para designar ciertos lugares que reúnen una serie de características muy particulares, que los convertirían en espacios sagrados, en puertas abiertas a los mundos invisibles? ¿Qué tiene que ver el ombligo con todo eso? Lo que leerán abajo es una síntesis de mis lecturas y reflexiones  acerca de esta extraño e inverosímil nexo entre el ombligo y lo sagrado.








 Distintas culturas en el transcurso de los siglos han coincidido en llamar ciertos lugares  "Ombligos del Mundo" (en griego ombligo es Omphalos). Más adelante les diré por qué creo que los llamaron así, pero, para empezar, hagamos un recuento de algunos de los "Ombligos del Mundo" que hay esparcidos por el planeta.


Empezaré, por ejemplo, por la isla de Pascua (Rapa Nui en la lengua autóctona), que también recibe por los indígenas isleños el nombre de "Te Pito Te Henua", cuyo significado es Ombligo del Mundo.
En el sureño estado de Arizona, los indios Papago, llaman al pico Baboquivai el Ombligo del Mundo. 



                     Perséfone llevando en su cabeza un Omphalos


En Jerusalén (la ciudad santa que paradojicamente no encuentra la paz), la mezquita de al-Aqsa tiene forma de cúpula porque, según dice la creencia, marca el lugar exacto donde se encuentra  el Ombligo del Mundo. 
En Grecia, en las faldas del monte Parnaso, una piedra en forma de colmena señala el que quizás sea el más célebre entre todos los Ombligos del Mundo: el santuario de  Delfos, que fue por mucho tiempo el núcleo espiritual de todo el país heleno. 
También en La Meca, en Arabia Saudita, la Kaaba (otra piedra ubicada en el lugar más sagrado del Islam) es considerada el Ombligo del Mundo. 


Estos son sólo algunos ejemplos, pero podrán encontrar muchos otros, si quieren, en la red. Lo único que realmente me interesa resaltar aquí es que los Omphalos son universalmente considerados como puntos de conexión entre el cielo y la tierra, entre el mundo material y el espiritual, lo visible y lo invisible.

Desde la prehistoria, en las tradiciones de distintas culturas es fundamental la noción de Axis Mundi, o Pilar del Mundo, un lugar en el que comenzó la creación del universo y que es como una puerta abierta al mundo invisible y sobrenatural. El Axis Mundi puede ser representado simbolicamente de muchas maneras, una de ellas es el ombligo. 

Se dice que los sacerdotes, brujos y chamanes  de la antigüedad  sabían cómo encontrar esos sitios cargados de una atmósfera que favorece la paz, la armonía y el esclarecimiento así como el contacto con el otro mundo. Se les consideraba escenarios privilegiados para celebrar ciertos rituales  y para el advenimiento de la experiencia mística.  ¿Pero, cómo hacían para dar con estos lugares? Posiblemente sirviendose de técnicas como la radiestesia, que es un tema que prefiero dejar pendiente para otro post.  






                                       El Omphalos de Delfos



Recientemente, en un post titulado "La Isis de Notre Dame", hablé de la isla de la Cité, que se encuentra en medio del río Sena. Esta isla fue el lugar elegido para la construcción de la catedral de Notre Dame de París. 

Probablemente esta elección respondió a instancias muy precisas, porque aquella isla había sido considerada un lugar sagrado desde mucho tiempo antes de la llegada del cristianismo a Francia; con anterioridad en ella habían sido erigidos  templos consagrados a distintas divinidades paganas, entre las que cabe mencionar la diosa egipcia Isis, o el dios romano Júpiter. Notre Dame fue construida sobre las ruinas de otros santuarios muy antiguos.

Un claro de bosque, un árbol milenario (tal como el Árbol Bodhi, bajo cuyas frondosidades cuenta la tradición que el Buda alcanzó la Iluminación, o el árbol de la Vida situado en el centro del Edén), un campanario, un megalito, una montaña, e incluso algunos cruces de caminos, todas estas cosas y muchas más pueden ser signos de que nos encontramos ante uno de estos "lugares de poder".




   
Montaña de Montserrat, según algunos, uno de los ombligos del mundo

Pero por qué razón el ombligo y no la cabeza o el corazón?  Estos dos últimos parecerían ser más adecuados para representar simbólicamente un punto neurálgico, un centro vital y trascendente dentro de un organismo o de un sistema, y no el ombligo, que aparentemente sólo preside el vientre y el aparato digestivo. Por eso, mi primera reacción al leer esto fue tomármelo a broma:  pensé que sería demasiado hedonista y prosaico (a la vez que ridículo) considerar el estomago como el centro espiritual del ser humano... el gigante Pantagruel sería entonces un iluminado de la talla de Buda o Jesús.


La lectura que me cuestionó  esa primera impresión fue la de "Hara, centro vital del hombre", de Karlfried Graf Dürckheim. Según este eminente psicoterapeuta alemán, maestro zen y experto en cultura japonesa, la raíz del hombre se encuentra en un punto ubicado tres o cuatro dedos por debajo del ombligo, y hacia adentro, entre el plexo solar y el vientre. Esa raíz (cuyo nombre es  Hara, o Tan Tien Inferior en japonés), es la que extrae los nutrientes vitales que promueven la salud y el desarrollo pleno de la persona.  
Durante el período de gestación, todo ser vivo recibe la energía vital únicamente a través de un cordón umbilical que conecta su Hara al de su madre. después del nacimiento esa energía vital llamada Jing, es absorbida del aire y de los alimentos, y se acumula en el Hara.
Toda la cultura japonesa tradicional gira alrededor del Hara: las artes marciales, la meditación, la ceremonia del té e incluso el suicidio ritual japonés (el Hara Kiri, que consiste en atravesar el Hara con un arma blanca). 


También en el yoga este centro es de una enorme importancia. En los Shastras (libros sagrados budistas e hinduístas),  se afirma que "todo yoga comienza en el Punto del Ombligo".

El punto umbilical está descrito en los Upanishads (antiguos libros sagrados hindúes) como sigue:



“En el medio del estómago, el centro umbilical descansa en el chakra conocido como Manipura. El punto del ombligo se encuentra entre el ombligo y el último hueso de la columna vertebral, con la forma de un huevo de pájaro. Este encierra dentro de sí mismo el punto inicial de los 72.000 nervios, de los cuales 72 son vitales, y de estos 72, hay diez que son los más importantes.”




     Hombre de Vitruvio. El ombligo se encuentra en el centro del circulo




No se trata del ombligo en si, sino de un centro energético que se encuentra unos centímetros más abajo y más adentro, que cumpliría la función de almacenar la energía Jing, y de transformarla en formas de energía más sutiles. Es por eso que en algunos grabados taoístas se le representa como un caldero, o un crisol. Por esa razón, los taoistas le han dado varios nombres relacionados con sus funciones y su ubicación: "caldero", "cavidad inferior", "núcleo del organismo", "centro de gravedad", "la residencia del segundo cerebro""la bomba abdominal", etc.

Pero, siempre según la fisiología taoísta, en el cuerpo humano existen tres Tan Tien. En cada uno de ellos se almacenan y transforman energías de diferentes cualidades. Son centros totalmente diferentes a los chakras aunque estén estrechamente vinculados a estos. Estos son los tres Tan Tien:


I- El ya mencionado Tan Tien Inferior o Hara, que almacena la energía vital física en bruto. Se trata de la energía "Jing" de la hablan la  medicina tradicional china y las enseñanzas taoistas.


II- El Tan Tien Medio, en el centro del pecho, en la base del esternón, y 3 cm hacia adentro.  Es la sede de la energía "Qi".

III- El Tan Tien Superior, en el entrecejo, a la altura de la parte superior de las fosas oculares y 3-4 cm hacia el interior de la cabeza, cuya función es almacenar  la energía "Shen"

 Jing, Qi y Shen, son tres modalidades de la energía vital Chi,  que la medicina china conoce como "Los tres tesoros".

Los Tan Tien están interconectados, y de los tres el más importante es el Hara, o Tan Tien Inferior. Es el motor e impulsor de todo el circuito energético del cuerpo humano. En él se refina el chi en su forma más basta (Jing), convirtiéndolo en energía más sutil, capaz de realizar profundas transformaciones en el individuo.  Según la sabiduría taoísta, el Tan Tien Inferior es el laboratorio en el que se realiza la transmutación alquímica. 







Como expuse más arriba y también en un post anterior, al Tan Tien Inferior se le llama también "segundo cerebro" por la semejanza existente entre el comportamiento neuronal del abdomen con el del propio cerebro. 


No pretendo redactar aquí un tratado sobre alquimia taoista, mi único objetivo es dejar sentado que, según varias tradiciones, en el Tan Tien Inferior se almacenan y refinan importantes energías vitales, y que, por lo tanto, es el punto de unión entre el Cielo y la Tierra, entre la energía en su estado más tosco y su estado más sutil. Es, en definitiva, el lugar en el que el plomo se transforma en oro, como dirían los alquimistas.

Tal vez por eso los lugares geográficos reseñados al principio de este post, recibieran el nombre de ombligos, y no el de cabezas, o corazones del mundo: porque de alguna manera, son lugares propicios para la transmutación interior, lugares en los que se mueven poderosas energías transformadoras, como sucede en el Hara.



                               el Canario




2 comentarios:

  1. También me ha llamado siempre la atención del porqué del ombligo y no la cabeza, muy interesante tu artículo, gracias.

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