Llegamos un ratito antes de la audición y mientras esperabamos tomando algo fresco (afuera de un edificio antiguo reacondicionado con mucho arte), trataba de imaginarme con qué me iba a encontrar. Veo que allí funciona el Teatro Ciego. Allí nos recibió Alejandro Cardozo (gran nombre: buena señal) e introdujo al grupo en un cómodo recinto con butacas, anunciando que íbamos a escuchar "Wish You Were Here", de Pink Floyd, en un sistema 5.1... y en total oscuridad. Bueno, me dije, hace un tiempo que no lo escucho. Viene bien. Realmente mucho más que bien.
Inmediatamente empiezo a recordar que cuando era pibe lo escuché por primera vez por la radio en El Tren Fantasma, en la tranquila oscuridad de mi cuarto.
A pesar del sonido elemental que teníamos disponible los adolescentes promedio en 1975 eso no era obstáculo para que esa música nos hiciera soñar.
Y aquí estoy ahora, en un ambiente completamente desconocido, dispuesto a vivir un experiencia sonora en 360 grados a una temperatura agradable, con un disco que "me sé de memoria".
Y me pregunté: ¿qué tiene de especial escuchar música en 5.1 hoy? ¿Qué tiene de especial hacerlo en la oscuridad?
Tuve que tener esta experiencia para respondérmelo. Al final de la audición las preguntas que otros que compartieron la experiencia le hicieron a Alejando Cardozo me dieron respuestas adicionales.
Ahí caí en la cuenta que:
Había jóvenes que no conocían a Pink Floyd.
Había otros que creían conocerlo, pero no conocían Wish You Were Here.
Había diferentes grados de "conocimiento" sobre la obra que acabábamos de escuchar.
Muchos no tenían equipos 5.1 (o no de la calidad del usado para la audición).
Otros no tenían noción siquiera de lo que es estereofonía (ni cuadrafonía, claro).
Eso a pesar que haber crecido en medio de sonido estéreo. Pero no hay conciencia de lo que significa Estéreo.
Y diría que casi todos escuchan, como yo, música todo el día, pero con diferente grado de concentración.
La mayoría como una forma de compañía en segundo plano.
Algunos estudiando o leyendo. Escuché decir a Hugo Guerrero Marthineitz que eso es imposible... ¿a vos qué te parece? ¿Podés disfrutar de la música, nota a nota, metiendo ideas impresas por tus ojos a la vez..? ¿Podés escribir cuando Robert Fripp te habla con su guitarra o en cambio tu mente es llevada por el espacio fuera de tu cuerpo?
¿Cuánto hace que no escuchás música en total oscuridad y solamente eso?
Ese es mi objetivo diario: escuchar la música con total nitidez, muy fuerte y sin embargo sin aturdirme... sentir la presencia sin nada que me distraiga.
Conclusión corta y fundamental: oir música en la oscuridad te permite escuchar realmente.
Como el tema da para mucho dicidí dividir la reseña en dos partes.
1) Algunas cosas relacionadas con Sonido 360 y Teatro Ciego
2) Wish You Were Here propiamente dicho
Como la fuente sonora era un Super Audio CD (SACD) busqué mucho y traduje la mejor reseña que encontré. Se trata de Pink Floyd's Wish You Were Here: SACD review and interviews including James Guthrie, escrita por Paul Powell Jr, el 22 de Diciembre de 2011. Recomiendo leerla en su idioma original (y
espero que si algo no concuerda con el original me lo hagan saber).
Cuando aparece el tetagrámaton WYWH se refiere a este disco.
La dividí en secciones.
A) Presentación del SACD
B) Entrevista a CHAD KASSEM
C) Entrevista a JAMES GUTHRIE
D) Consideraciones sobre sobre lo analógico y lo digital que no debemos ignorar para que sepamos qué escuchamos (si estamos escuchando)
E) Reseña de "Wish You Were Here Super Audio CD"
F) Primera impresión al escuchar el SACD (Es exactamente lo que sentí en el Teatro Ciego pero explicado por un MAESTRO)
G) Comparativa entre WYWH SACD y otras ediciones; fuentes de información para la nota original.