Me pasaron esta reseña y me gustó mucho, así que la comparto con El Canario y nuestros recíprocos amigos.
En esta reseña sobre el sintetizador Moog comienzo por lo que había pensado decirte al final. Y hay una buena razón para ello. Así que voy a explicarte que estás viendo un tipo de fuente que nunca he usado en este Blog. Tal vez no la hayas visto en casi ningún lado. Se llama Moogdula. Fue creada por Angeles Moreno (que tuvo la gentileza de enviármela), y usada en la película Moog, de 2004, realizada por Hans Fjellestad, que verás al final de la reseña. (Claro que para leer esta nota con esa letra debieras tenerla instalada. Si no es así no pasa nada, la verás en tipografía predeterminada).
En esta reseña sobre el sintetizador Moog comienzo por lo que había pensado decirte al final. Y hay una buena razón para ello. Así que voy a explicarte que estás viendo un tipo de fuente que nunca he usado en este Blog. Tal vez no la hayas visto en casi ningún lado. Se llama Moogdula. Fue creada por Angeles Moreno (que tuvo la gentileza de enviármela), y usada en la película Moog, de 2004, realizada por Hans Fjellestad, que verás al final de la reseña. (Claro que para leer esta nota con esa letra debieras tenerla instalada. Si no es así no pasa nada, la verás en tipografía predeterminada).
¿Qué por
qué he usado esta extraña letra? Pues porque para mi no lo es en absoluto. No solamente no me parece extraña sino muy hermosa y pertinente al tema tratado. Porque justamente
responde al tipo de mente que compartían los creadores del Sintetizador Moog, Robert Moog y Herbert Deutsch (en la foto del encabezado). E l tipo de pensamiento que originó este Logo como símbolo inconfundible.
Si estás
aquí para leer sobre el Sintetizador Moog seguramente compartes algo de esa
mentalidad innovadora y te agradará leerla en este formato.
He tenido que dejar toneladas de información afuera de la reseña (con la esperanza de utilizarla en otro momento), pero espero que lo publicado aquí sea de tu agrado.
Para muchos de nosotros esta historia comenzó con un video como este de la BBC, del programa Tomorrow's World.
Los
adolescentes de mediados los años sesenta y principios de los setenta tuvieron
la suerte que se inventara el Sintetizador Moog. Dejemos de lado las horribles
cosas que se hicieron con él en manos de músicos mediocres, que buscaban
solamente causar un efecto sensacional, pirotécnico, y lógicamente comercial.
Estas ruinas musicales eran usadas como ejemplo para denostar la
experimentación por personas sin inteligencia ni ninguna clase de aptitud,
devenidos en críticos musicales, incapaces siquiera de tocar el timbre de la
puerta de calle. Cuando hablo de aptitud no me refiero a conocimientos
teóricos, o aun prácticos en materia musical. Me refiero a lo que hace la
diferencia entre un verdadero músico y uno que se cree que lo es: la
creatividad. Todo verdadero músico es creativo (no hablo de grados de talento)
y eso se nota sobre todo cuando interpreta obras maestras ajenas. Hubo músicos
que exploraron las posibilidades del nuevo instrumento. Por ejemplo a partir
del uso que hicieron de él los músicos de rock, especialmente en la música
progresiva y el rock sinfónico, las nuevas sonoridades hicieron que muchos se
acercaran a esos estilos por curiosidad. Pasada la novedad, y habiéndose
popularizado en manos de Keith Emerson y Rick Wakeman, que supieron desarrollar
la sonoridad orquestal del sintetizador, casi todos los tecladistas
intentaron hacer cosas "originales". La mayoría utilizó los mismos
timbres musicales, restándole originalidad justamente.He tenido que dejar toneladas de información afuera de la reseña (con la esperanza de utilizarla en otro momento), pero espero que lo publicado aquí sea de tu agrado.
Para muchos de nosotros esta historia comenzó con un video como este de la BBC, del programa Tomorrow's World.
No es
que esté apartándome del hilo original de la búsqueda que originó esta serie de
artículos. Pero hasta ahora vimos que todas las posibles Madres de la música
electrónica crearon su música prescindiendo de sintetizadores, aunque muchas de
las mencionadas en las notas precedentes utilizaron variantes de ellos en un
período tardío.
Y eso
era porque el Sintetizador Moog se inventó oficialmente en 1964, y no se
presentó un desarrollo formal en público hasta 1967.
Pero
antes de seguir hablando del Sintetizador Moog vamos a volver un poco para
atrás en el relato.
En
la primera nota de esta serie presentamos el Theremin. Ampliaremos algo de
información sobre él, pues está enlazado a la invención del Sintetizador Moog.
El
Theremin se distinguió por el sonido monofónico (que no puede tocar varias
notas simultáneamente, sólo una), y una técnica de interpretación que se
prestaba a un solo instrumental.
Quizá
la característica más extraña de este instrumento era que lo tocabas
simplemente con mover las manos en la cercanía de dos antenas. Esta
desconcertante exhibición no sólo impresionaba a la mayoría de observadores,
sino también agregaba un alto grado de teatralidad a la interpretación.
Por
consiguiente, éste fue el primer instrumento musical electrónico de control
espacial.
El
Theremin operaba sobre un principio de modulación llamado: oscilación de
frecuencia de batido. Dos señales eléctricas que eran cercanamente iguales en
frecuencia eran mezcladas. La combinación de las dos resultaba en una tercera
señal que era igual a la diferencia entre las dos primeras frecuencias. Esta
frecuencia audible restante era la frecuencia de batido. Los generadores de señales
de radiofrecuencia usados en el Theremin estaban en realidad por encima del
rango auditivo humano pero la diferencia entre ellas era audible. La frecuencia
de uno de los osciladores era fija, mientras que la otra podía ser alterada al
mover un objeto, tal como la mano del intérprete, en la vecindad de una antena
vertical.
Cuando
la mano entraba en el campo electromagnético de la antena, la frecuencia del
oscilador variable cambiaba, resultando en una correspondiente variación de la
frecuencia o tono audible de batido. El tono era controlado al mover la mano
hacia adelante y hacia atrás con relación a una antena vertical llamada antena
de tono. Además, había una antena de lazo posicionada horizontalmente para
controlar el volumen del sonido. Acercando la mano hasta tocar la antena de
volumen, se podía silenciar el tono.
Los
Theremines fabricados por Lev Sergeievitch Termen (León Theremin) eran
valvulares.
El
siguiente paso en la evolución de este instrumento fue:
EL THEREMIN TRANSISTORIZADO DE R.A. MOOG
En
1962 en Ithaca, Nueva York, un estudiante graduado en Física llamado Robert
Arthur Moog (1934-2005) estaba tranquilamente iniciando una revolución en el
desarrollo de los instrumentos musicales electrónicos. Aficionado a la
Electrónica desde su juventud, Moog había aprendido a construir el theremin con
transistores mientras era estudiante en la Escuela Superior.
Siendo
luego un estudiante graduado en Cornell, decidió reavivar su afición. En una
ocasión Moog diría: “La cumbre de mi fabricación del theremin fue en la Escuela
Superior. Vivía en un apartamento de tres habitaciones en el piso superior de
una casa. Por diez dólares al mes, el propietario me permitía usar la sala para
construir mis diseños del theremin...”
Alrededor
de mil unidades se vendieron durante la cumbre del pequeño negocio de Moog. La
pasión de Moog por el Theremin y su misterioso inventor ruso, a quien nunca
había conocido, lo pusieron directamente en camino a la invención de su
innovador Sintetizador Moog varios años después, no obstante, la debilidad por
el Theremin nunca desapareció y por eso, al día de hoy, su compañía Moog Music
continúa fabricando el theremin de estado sólido, un instrumento de alta
calidad para músicos aventureros.
Fuente
(en cursivas): DAVILA - Diseño e implementación de un theremin
digital
El theremin fue una pasión para Moog desde que armó su primer instrumento a los 14 años hasta el fin de sus días.
Los fundamentos técnicos del Sintetizador Moog no serán tratados en esta nota. Es un tema por demás complejo y escapa a los propósitos de esta serie de artículos. Sin embargo en un futuro no muy lejano nos abocaremos a este tema en especial, pues merece más de una nota.
Te invito a que disfrutes del video mencionado al principio en versión subtitulada en castellano por Josep María Soler (Stahlfabrik).
Te invito a que disfrutes del video mencionado al principio en versión subtitulada en castellano por Josep María Soler (Stahlfabrik).
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