Acompañados por la música del grupo alemán Tangerine Dream, haremos una incursión en el mundo mágico del rompecabezas, la adivinanza, el enigma y el símbolo...
Los juegos de palabras y los acertijos, que suelen ser considerados simples pasatiempos, formas de entretenimiento triviales y sin importancia, a lo largo de la historia han estado asociados a asuntos determinantes para la humanidad. Los han utilizado sabios de todos los tiempos y de todas las latitudes para expresar ideas sublimes, y están presentes en el folclore mundial y en la literatura más escogida.
La vida misma, al fin y al cabo, es un enigma...
Edipo y la Esfinge
Cuenta el mito que la irritable diosa Hera, esposa de Zeus, envió a Tebas a la Esfinge (un ser demoníaco con rostro y pecho de mujer, patas y cola de león, y alas de ave de rapiña) con el fin de inflingir un castigo a sus habitantes. La Esfinge se estableció en una de las montañas anexas a la urbe, y desde allí devoraba a todo ser humano que se cruzara en su camino.
Pero antes de hacerlo, tenía la costumbre de imponerle complicados acertijos, con la promesa de perdonarle la vida a aquel que lograra resolverlos. Todos fallaron en el intento. Todos salvo Edipo. Cuando este le expuso su respuesta, que resultó ser la correcta, la Esfinge, derrotada, se lanzó al vacío desde lo alto de una roca. Ante esto, los tebanos lo proclamaron rey de Tebas.
El enigma que acabó con Homero
El enigma que acabó con Homero
Homero, el poeta que escribió la Ilíada y la Odisea, murió de aflicción en la isla de Io, por no haber podido entender la respuesta de un grupo de jóvenes pescadores cuando les preguntó sobre lo que habían pescado; aquellos, que no habían cogido ni un sólo pez, mientras procedían a despiojarse, le contestaron maliciosamente: "Lo que tomamos lo arrojamos, y lo que no
tomamos lo llevamos con nosotros" (refiriéndose a los piojos que acababan de quitarse de encima, y a los que los seguían atormentando). Homero, creyendo que hablaban de la pesca, e incapaz de resolver el acertijo, murió de melancolía.
Muchos siglos después, durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis inventaron una máquina que encriptaba sus comunicaciones bautizandola con el nombre de Enigma.
En esencia la máquina nazi, el acertijo que mató de pena a Homero, o la Esfinge de Edipo, representan el mismo desafío, el mismo misterio que atrae y a la vez atormenta al ser humano.
La Enigmística
Cuando yo era niño, y vivía con mi familia en Italia, mi padre compraba una revista semanal llamada "La Settimana Enigmística". Esta revista, que todavía sigue publicándose en la actualidad, siempre me pareció muy atractiva y elegante. La recuerdo como una verdadera galería de misterios y enigmas que me fascinaban, y que requerían tiempo, esfuerzo e inteligencia para ser resueltos. En ella se pueden encontrar desde los acostumbrados crucigramas, hasta los Rebus o jeroglíficos (juegos enigmísticos en los que se trata de obtener una palabra o frase partiendo de unas imágenes y signos dados), y otros muchos tipos de acertijos, como la charada, el anagrama, el palíndromo, el acróstico, etc. de los cuales me gustaría hablar en un post futuro.
Ya siendo adulto, volví a sentir la misma magia, la misma atmósfera de misterio, al contemplar las láminas de los libros de alquimia: también en ellas las figuras, a menudo abstrusas, reclaman poderosamente la atención del observador, pareciendo quererle decir que guardan celosamente un secreto, y que dependerá sólo de su inteligencia y empeño el poderselo arrebatar...
Algunos le dan a la Enigmística nombres más antiguos y sugestivos: Lengua de los Pájaros, Cábala Hermética, Gay Saber, Lengua de los Ángeles, y dicen de ella que es la llave que abre las puertas de todos los misterios... pero de eso hablaremos en otros post.
Ejemplo de Rebus muy simple (la solución la encontrarán al final del post):
En esencia la máquina nazi, el acertijo que mató de pena a Homero, o la Esfinge de Edipo, representan el mismo desafío, el mismo misterio que atrae y a la vez atormenta al ser humano.
La Enigmística
Cuando yo era niño, y vivía con mi familia en Italia, mi padre compraba una revista semanal llamada "La Settimana Enigmística". Esta revista, que todavía sigue publicándose en la actualidad, siempre me pareció muy atractiva y elegante. La recuerdo como una verdadera galería de misterios y enigmas que me fascinaban, y que requerían tiempo, esfuerzo e inteligencia para ser resueltos. En ella se pueden encontrar desde los acostumbrados crucigramas, hasta los Rebus o jeroglíficos (juegos enigmísticos en los que se trata de obtener una palabra o frase partiendo de unas imágenes y signos dados), y otros muchos tipos de acertijos, como la charada, el anagrama, el palíndromo, el acróstico, etc. de los cuales me gustaría hablar en un post futuro.
Ya siendo adulto, volví a sentir la misma magia, la misma atmósfera de misterio, al contemplar las láminas de los libros de alquimia: también en ellas las figuras, a menudo abstrusas, reclaman poderosamente la atención del observador, pareciendo quererle decir que guardan celosamente un secreto, y que dependerá sólo de su inteligencia y empeño el poderselo arrebatar...
Algunos le dan a la Enigmística nombres más antiguos y sugestivos: Lengua de los Pájaros, Cábala Hermética, Gay Saber, Lengua de los Ángeles, y dicen de ella que es la llave que abre las puertas de todos los misterios... pero de eso hablaremos en otros post.
Ejemplo de Rebus muy simple (la solución la encontrarán al final del post):
Cuando, años más tarde, mi familia y yo nos vinimos a vivir a España, empecé a buscar un término español que fuera equivalente a "enigmística", y acabé bastante frustrado: en los diccionarios apenas encontraba palabras como rompecabezas, crucigramas, adivinanzas, pero nada que expresara de forma exacta el concepto en cuestión.
Por eso en este post voy a tener la osadía de proponer la incorporación de este vocablo a la lengua española, que a mi juicio vendría a cubrir una laguna bastante significativa.
Según el diccionario Garzanti de la lengua italiana, la enigmistica es el arte de componer y resolver
acertijos, adivinanzas, charadas, rompecabezas, etc. La palabra también designa todo el
conjunto de los juegos enigmísticos.
Por ejemplo, una adivinanza sería un juego enigmístico porque consiste en encontrar una palabra partiendo de una descripción formulada con otras palabras; también el crucigrama es un juego enigmístico, ya que consiste en construir un entramado de palabras partiendo de las definiciones que se nos brindan y por la comparación entre las palabras individuales.
Lo cierto es que desde siempre el ser humano ha disfrutado urdiendo rompecabezas y dándoles solución, y que prácticamente todas las civilizaciones han desarrollado mitos y literatura de contenido enigmístico. En la antigüedad, la adivinanza y el acertijo jugaban un rol fundamental en la sociedad. Su uso abarcaba desde lo lúdico hasta lo más trascendental. Se dice que muchos juglares y trovadores de la edad media, por ejemplo, escondían en las letras de sus canciones (muchas de las cuales eran en apariencia simples poemas amorosos), mensajes ocultos, que eran como adivinanzas que sólo podía resolver quien poseyera la clave.
La Biblia y el Corán están llenos de enigmas: las parábolas de Jesús, por ejemplo, son básicamente acertijos, adivinanzas; los egipcios, los griegos, y los pueblos de la antigüedad en general recurrían a los enigmas como pasatiempo, pero también para comunicar importantes secretos sin ser comprendidos por los profanos; la enigmística fue cultivada en la antigua Roma y, tuvo su edad de oro en la Edad Media, siendo practicada no sólo por monjes, poetas y alquimistas, sino también por el pueblo llano en sus cuentos y leyendas. En los siglos XVI, XVII y XVIII el arte enigmístico llegó a brillar hasta en los salones de la aristocracia y de la alta burguesía. Pero a partir del siglo XIX, sobrevive a duras penas como pasatiempo, habiendo sido relegado a las últimas páginas de periódicos y revistas. Sólo en círculos muy reducidos se sigue dando a los enigmas un uso más profundo.
Solución del Rebus: Can / Tau / Thor: cantautor.
el Canario
el Canario
No hay comentarios:
Publicar un comentario