viernes, 18 de abril de 2025

(II) Simone Sorini. Dante y los Fieles de Amor

              



                                             

  
                                                                                
  Vamos a pasar al segundo video del podcast en el que Simone Sorini nos habla acerca de Dante Alighieri y de su relación con los Fieles de Amor, orden iniciática, o, tal vez , simple congregación religiosa de su tiempo, de cuyo régimen interno, en cualquier caso, se sabe muy poco.  Para facilitar al publico hispanohablante la comprensión de esta charla, la he traducido al castellano. 

En el transcurso del video, podremos escuchar un poema de Guido Cavalcanti, amigo y correligionario de Dante, musicado por el propio Simone Sorini, quien nos conducirá a través del fascinante mundo de la que se podría denominar trova hermética (el Trobar Cluscanto cerrado, cifrado - de los trovadores del Languedoc, tan hondamente vinculado al Amor Cortés y al Catarismo, la herejía albigense, del que ya hablé en varias ocasiones en este blog). Quiero agradecer a Simone Sorini su actitud amigable y colaboradora en este trabajo, que es fruto, no solo de mi fascinación por Dante y su misteriosa vida y obra, sino también del feliz hallazgo que supuso para mi el escucharle a él, al Cantore al Liuto del siglo XXI.



                                   






"O voi ch’avete li ’ntelletti sani,

mirate la dottrina che s’asconde

sotto ’l velame de li versi strani."




Ustedes, los que gozan de intelectos sanos, adviertan la doctrina que se esconde bajo el velo de versos extraños

La Divina Comedia, Infierno IX


                                                            



 
Es imposible soslayar el hecho de que los antiguos estuvieran todos fuertemente orientados hacia una lectura católica de la Obra (*), de hecho, la gran mayoría de los comentaristas de la antigüedad se inclina hacia esa  interpretación de la Divina Comedia. 
Pero, si queremos ser  imparciales, es preciso  mencionar que existen evidencias de que aquellos comentaristas se emplearon en tal tarea con el propósito de proteger la obra de Dante del estigma de herejía por el que la Iglesia Católica ciertamente la habría condenado, enviándola a la hoguera si tan sólo se hubiera sospechado, o peor aún, podido demostrar, el menor atisbo de catarismo (**).

Dante, como ya se ha dicho, no era ciertamente una figura aislada. ¿Cómo podría haberlo sido un político de su calibre, que además fue prior de una ciudad como Florencia?

En el ámbito poético, Dante compartía las mismas temáticas y, obviamente, el mismo estilo que los poetas estilnovistas, y hay que recordar que él mismo fue el responsable de la acuñación del término stil novo (***).



                



Pero estos poetas intelectuales, habían hecho voto de hermandad y solidaridad mutua, además de responder todos a la férrea jerarquía de un grupo muy bien estructurado, que evidentemente tenía raíces profundas antes de la aparición de Dante en él, y que no residía sólo en Florencia, sino en varias otras ciudades de Italia, como Verona, Bolonia, Pisa y Lucca.

 Algunos afirman que se trataba de una organización templaria. Otros, como Rossetti y Valli, que fue más bien una asociación mistérica dedicada a las enseñanzas de la filosofía neoplatónica o incluso pitagórica.
 
El hecho es que la lectura de algunos poemas en particular, tanto de Dante, como de algunos de los otros Fieles, resulta hoy incomprensible o desconcertante, si no es contemplada a la luz de tales suposiciones, y, por lo tanto, inserta en el contexto de un verdadero epistolario cifrado, que estos poetas militantes intercambiaron  a lo largo de los años por toda Italia, encubriendo bajo la apariencia de inocuos poemas de amor, mensajes y comunicaciones de alta privacidad, de contenido encriptado, que sólo podían interpretar quienes poseían las nociones necesarias para descifrarlos; los ya mencionados intelectos sanos, es decir, los iniciados.



 
El primero de estos Fieles, cuya voz escuchamos a través de un extrañísimo soneto de su autoría, es Guido Cavalcanti, quien fue al principio el líder de esta hermandad secreta, y a quien el propio Dante llama "el primero de mis amigos".


Si ves a Amor, mucho te ruego, Dante,
en lugar donde Lapo esté presente,
que no te importe aguzar bien la mente,
que me expliques si aquél le llama amante,


Si bien en el poema entero se menciona el nombre del amor ya desde el primer terceto, desafío a cualquiera a que pueda decir que ha entendido lo que Guido ha escrito dirigiéndose a Dante, y de qué extraño amor le está hablando. 
Guido ruega a Dante que le diga sin miedo si Lapo, Lapo Gianni, un poeta estilnovista y Fiel de Amor, está realmente enamorado de su mujer, si ésta le parece digna de ser deseada y si él, demostrando serle devoto, puede ser llamado Amante por sus compañeros, añadiendo que tal información sería necesaria, ya que muchos a menudo sólo aparentan, es decir, fingen amar. 

Es obvio que, si se tomara literalmente, este soneto resultaría muy extraño. Pues, ¿por qué habría de comprobar Guido el amor de sus otros amigos por sus mujeres? ¿por qué habría de instigar a Dante a denunciar el hecho ante la Corte de Amor, es decir, ante el grupo de Fieles? Y, ¿por qué habrían éstos de interesarse por asuntos privados ajenos como son los amoríos? Todo suena muy extraño, ¿verdad? 

Así podría sonar este soneto musicado con una melodía trovadoresca de la época:

[A partir de aquí, comienza la canción, cuya letra es de Guido Cavalcanti. La música y la interpretación son de Simone Sorini. (Nota del traductor)]


A DANTE ALIGHIERI

Se vedi Amore, assai ti priego, Dante,
in parte là´ve Lapo sia presente,
che non ti gravi di por sì la mente
che mi riscrivi s´elli ´l chiama amante

e se la donna li sembla avenante,
ch´e´si le mostra vinto fortemente:
ché molte fiate così fatta gente
suol per gravezza d´amor far sembiante.

Tu sai che ne le corte là ´v´e´regna
e´non vi può servir om che sia vile
a donna che là entro sia renduta:

se la sofrenza lo servente aiuta,
piò di leggier cognoscer nostro sire,
lo quale porta di merzede insegna.



El mismo texto, traducido al castellano: 

Si ves a Amor, mucho te ruego, Dante,
en lugar donde Lapo esté presente,
que no te importe aguzar bien la mente,
que me expliques si aquél le llama amante,

y si la hembra resulta relevante
tal que liado le haya fuertemente;
que muchas veces clase tal de gente
de los males de amor finge el semblante.

Tú sabes que en la corte en que él impera
no puede un hombre ruin ser servidor
de la dama que a aquel recinto acuda.

Si el sufrimiento al buen sirviente ayuda
pronto conocerá a nuestro señor,
que de mercedes tiene la bandera.



Guido Cavalcanti



Siguientes entregas: III

                       
                                                                 
                            Juan Carlos 



* El autor se refiere, con el término Obra, a la Divina Comedia (Nota del traductor)
** El catarismo fue un movimiento cristiano, considerado una secta herética por la Iglesia Católica, que se desarrolló en la Europa Occidental de los siglos XII y XIII
*** Stil Novo (literalmente: nuevo estilo): Movimiento literario que surgió en la Italia de Dante, cuyo principio básico era la exaltación del Amor, y la representación de la mujer como figura angélica.






             



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