Vamos por la tercera entrega de este manuscrito de nombre desconocido, del cual olvidé decir en los post anteriores que perteneció al conde de Cagliostro, parte de cuya colección de libros de alquimia adquirió siglos más tarde Manly P. Hall.
En este post examinaremos los últimos emblemas alquímicos de esta obra, y en el cuarto pasaremos a analizar el texto explicativo que se encuentra en sus últimas páginas. Les dejo para que disfruten de la lectura, acompañados por Camille Saint Säenz en otra Música Alchemica.