Es una gran estrella. Tiene todo lo que hace falta para triunfar: talento, belleza, encanto, valor y un gran olfato para el marketing. En la actualidad, está considerada como una de las mejores trompetas solistas de música clásica. Su precisión, su sonido diáfano y rotundo, la fuerza y el carácter que imprime a cada pieza que ejecuta nos demuestran su genio y su grandeza. Aunque la escucháramos sin verla, diríamos que irradia belleza al estado puro. Es ella. Es Alison Balsom.