Going for the One, grabado en Montreux, a orillas de un apacible lago suizo, señala el reencuentro de los miembros de la segunda formación de Yes, Rick Wakeman incluído, después de un período de actividad artística de cada uno de los cinco por separado. Según ellos mismos cuentan, reinaba en el estudio un clima afable y festivo, de inspiración y de alegría por volver a tocar juntos. El resultado: uno de los mejores álbumes de Yes. Junto a mi comentario hay unos interesantes videos de las sesiones de ensayo de este disco en el estudio de grabación de Montreux, y los dos videos promocionales de los singles que salieron de este álbum histórico.
Álbum: Going for the One
Año: 1977
Género: rock sinfónico, rock progresivo
Duración: 38:31
Nacionalidad: inglesa
Año: 1977
Género: rock sinfónico, rock progresivo
Duración: 38:31
Nacionalidad: inglesa
Lista de Temas:
01. Going for the one (05:31)
02. Turn of the century (07:53)
03. Parallels (05:55)
04. Wonderous stories (03:46)
05. Awaken (15:26)
Alineación:
Rick Wakeman/Organ, piano, keyboards, choir arrangement, polymoog.
Jon Anderson/Vocals, harp.
Steve Howe/Guitar (acoustic, electric, steel), vocals.
Chris Squire/Bass guitar, vocals.
Alan White/Percussion, drums.
Cuando era un chiquillo, había en mi ciudad un grupo que ensayaba cerca de mi casa. Se llamaba Roundabout, tocaba principalmente temas de Yes, y estaba liderado por un querido amigo mio, Ricardo. Un día me invitaron a un ensayo; sonaban tan bien, y se conocían tan a fondo las canciones de Yes, que realmente me sentí como si estuviera en un ensayo de esa legendaria banda. También será que en esa época yo no era muy capaz de distinguir la imitación del original, pero el caso es que salí de allí como si me encontrara en estado de gracia, y con un sueño secreto en mi corazón: el de formar parte algún día de esa banda. Eso nunca ocurrió.
Recuerdo que un amigo albañil más afín al Heavy que al Rock Progresivo, los llamaba con desdén, los yesistas.
No voy a escribir aquí otra bio de Yes, para eso les remito a posteos anteriores (en el de la película Yessongs hay una biografía muy extensa), y paso a hablarles directamente de este legendario álbum, que, a mi modo de ver, cierra la época de oro de Yes, y lo hace de manera fastuosa.
ANTECEDENTES
En el año 1975, después de la gira de Relayer, los miembros de Yes deciden tomarse un descanso de la banda, y ponerse a trabajar cada uno por su cuenta. Es el año de Olias of Sunhillow de Jon Anderson, de Fish out of Water de Squire; de Story of I de Patrick Moratz, de Ramshackled de Alan White, y finalmente, de Beginnings de Steve Howe.
En el '76 se reunieron para hacer "Solos", una larga gira en la que alternan los temas clásicos de la banda, con parte de lo que habían creado en su etapa como solistas.
LA REUNIÓN
El hermoso paisaje de la foto, que parece sacado de El Señor de los Anillos, o de Las Crónicas de Narnia, es el del lago Lemán, en Suiza, el país de Patrick Moratz; en este lugar se reunieron los componentes de Yes para concebir y preparar su nuevo disco. En el interior de la carpeta del álbum, pueden verse fotos de cada uno de ellos posando cerca de las aguas del lago. Debió ser un tiempo de paz y de mucha inspiración, después del laborioso período de grabación de los discos y de las giras en solitario, seguido de la gira "Solos".
A pesar de lo idílico que suena todo, tuvieron que irse a grabar el disco allá por razones fiscales... será que también ellos eran evasores de impuestos? Si, pero parece que tenían buenas razones: en Inglaterra los impuestos a los músicos se habían vuelto abusivos, y todo el gremio se quejaba de eso.
A pesar de lo idílico que suena todo, tuvieron que irse a grabar el disco allá por razones fiscales... será que también ellos eran evasores de impuestos? Si, pero parece que tenían buenas razones: en Inglaterra los impuestos a los músicos se habían vuelto abusivos, y todo el gremio se quejaba de eso.
Después de estar ensayando un tiempo en Montreux, localidad que asoma al lago Lemán, Patrick Moratz abandona: ya no se integraba, no se encontraba en sintonía con el resto del grupo, y todos los demás también lo sentían así.
La sección de los teclados volvió a llevar el sello de Rick Wakeman, que desde hacía algún tiempo coqueteaba con la idea de regresar con sus antiguos compañeros. Squire declaró que Wakeman nunca debió irse de Yes. Con su aporte la banda llegaba a la máxima expresión de su creatividad.
Y en ese clima de alegría por el reencuentro, bajo el influjo de los espíritus lacustres y de la majestuosidad de los Alpes suizos, surgió Going for the One, disco que se caracteriza por el predominio de temas de menor duración que los de sus álbumes anteriores, a excepción del último, Awaken, que dura 15 minutos.
Los tiempos así lo exigían: este disco es el paradigma de un cambio de estética que se volvió forzoso dentro del rock progresivo, ya que a finales de los '70, en gran medida por la influencia del Punk, ya empezaban a no interesar las suites que ocupaban toda una cara de un disco de vinilo.
Los tiempos así lo exigían: este disco es el paradigma de un cambio de estética que se volvió forzoso dentro del rock progresivo, ya que a finales de los '70, en gran medida por la influencia del Punk, ya empezaban a no interesar las suites que ocupaban toda una cara de un disco de vinilo.
LOS TEMAS
Ese esfuerzo por sintetizar y simplificar no impidió que el álbum estuviera cargado de un imponente barroquismo instrumental, y de un brillante desarrollo compositivo que hacen, en mi opinión, de Going for the One uno de los más grandiosos álbumes de Yes.
El primer tema, que le da nombre al disco, es una idea de Anderson. Con guitarras cañeras y con una melodía rebuscada en su aparente sencillez, fue uno de los dos singles que se sacaron de este álbum. Su nombre mismo podría sugerir la intención de escalar puestos hasta situarse en el número uno, y de hecho el álbum lo logró en Inglaterra, permaneciendo en el primer puesto por dos semanas, pero en realidad la letra parece que hace referencia a reintegrarse en la unidad cósmica.
Tampoco faltan los temas melódicos, como la joyita The Turn of the Century, donde Howe despliega todo su saber utilizando magistralmente desde la guitarra clásica hasta la eléctrica distorsionada y con slide, al estilo de la que usa en And You and I. Esta canción está inspirada en el mito griego de Pigmalión, que se enamora de una estatua de mujer tallada por el mismo.
Parallels, es un potente y majestuoso tema de Squire, cuyas partes de órgano de tubos Wakeman las interpretó en el organo de la iglésia de San Martín en Vevey, Suiza; Este tema iba a incluírse en Fish out of Water, pero por motivos de espacio, quedó fuera.
Wonderous Stories, el otro single, es una bellísima y pegadiza canción que ocuparía puestos bastante altos en los hit parade ingleses y norteamericanos de aquel año. Wonderous Stories fue el tema de mayor éxito comercial de toda la historia de Yes.
Finalmente, en Awaken, el tema más largo y conceptual del álbum, se vuelve a oír el órgano de Parallels. Jon Anderson dijo en más de una ocasión que para él este es el mejor tema de toda la discografía de Yes, y en efecto, en mi opinión, con Awaken, Yes alcanza una de sus más altas cimas creativas.
Y eso es todo, son cinco temas deliciosos, de una radiante espiritualidad, de un exquisito preciosismo, que componen el octavo disco de estudio de Yes, Going for the One.
Hablando claro, para mi el disco en cuestión es un clásico que se encuentra a la altura de Relayer, Close to the Edge, y Tales from Topographic Oceans. Y puestos a dar opiniones, diré también que para mi es el último gran álbum de Yes, después del cual comienza su declive.
Incluso la cubierta del disco expresa ese cambio de estética del que antes hablábamos: por primera vez su diseño no es obra de Roger Dean, que en esta ocasión, no compartía ni el estilo ni los conceptos que querían plasmar los miembros de la banda, de manera especial Jon Anderson, que al parecer era "ligeramente" exigente. Se hizo cargo de las tapas y del interior de la carpeta la firma Hypgnosis, que ya había trabajado para Peter Gabriel, Pink Floyd, Rush, etc.)
Se trata de una triple carpeta, en cuya portada se ve a un hombre de espaldas, desnudo, mirando hacia las Century Plaza Towers (llamadas también Torres Gemelas), en Los Angeles, California. En su interior hay varias fotos de los componentes del grupo posando con el lago de Lemán al fondo. Sigue presente el pequeño logo de la banda, el planetoide de Dean.
El diseño de la carpeta representa el encuentro de lo antiguo y lo moderno, y la búsqueda del equilibrio entre ambos.
Para terminar, unas reseñas tomadas de la red:
All Music:
Going for the One is perhaps the most overlooked item in the Yes catalog. It marked Rick Wakeman's return to the band after a three-year absence, and also a return to shorter song forms after the experimentalism of Close to the Edge, Tales from Topographic Oceans, and Relayer. In many ways, this disc could be seen as the follow-up to Fragile. Its five tracks still retain mystical, abstract lyrical images, and the music is grand and melodic, the vocal harmonies perfectly balanced by the stinging guitar work of Steve Howe, Wakeman's keyboards, and the solid rhythms of Alan White and Chris Squire. The title track features Howe on steel guitar (he's the only prog rocker who bothers with the instrument). "Turn of the Century" and the album's single, "Wonderous Stories," are lovely ballads the way only Yes can do them. "Parallels" is the album's big, pompous song, so well done that in later years the band opened concerts with it. Wakeman's stately church organ, recorded at St. Martin's Church, Vevey, Switzerland, sets the tone for this "Roundabout"-ish track. The concluding "Awaken" is the album's nod to the extended suite. Again, the lyrics are spacy in the extreme, but Jon Anderson and Squire are dead-on vocally, and the addition of Anderson's harp and White's tuned percussion round out this evocative track.
Progarchives:
Following a hiatus during which every member of the band released solo records, YES regrouped with keyboardist RICK WAKEMAN and released the fan favorite, "Going For The One". Although noisy at times, the record is a return to writing magical prog rock that mixes the members' individual contributions to best effect. The album featured two singles, the enthusiastic title track showcasing the uncontainable STEVE HOWE and "Wonderous Stories", an acoustic song that recalls JON ANDERSON's Olias of Sunhillow. Although both "Tales From Topographic Oceans" and "Relayer"had their moments, "Going For The One" consistently recalls the magic and majesty of their best work. The epic "Awaken", for example, belongs on a par with "Fragile"'s "South of the Sky", while "Wonderous Stories" hits the same high points as "And You and I." The record is hampered by chaotic production, notably burying RICK WAKEMAN's contributions on the opening ""Going For The One"", but it benefits from a brilliance of sound aided by ALAN WHITE, whose percussion on the spellbinding "Turn of the Century" is indicative of his lighter touch this time around. And for those who question the paternity of "Drama", CHRIS SQUIRE's "Parallels" serves as a clear precedent.
While "Going For The One" is a return to form in many ways, it also marks a shift from multi- part epics toward more concise, punchy progressive rock. Subsequent albums would contain individual moments of magic, but none would again match this mix of great music and deep mysticism.
Daveconn
Acerca de YES
Durante los años setenta los dibujos de Roger Dean inspirados en Tolkien, con paisajes fantásticos llenos de niebla y cascadas, adornaban muchas habitaciones de estudiantes: tanto si estaban impresos en portadas de discos como en posters, inmediatamente eran identificadas con Yes, uno de los grupos más "progresivos" de la década. La música, al igual que las imágenes de las portadas, estaba bañada de misticismo, grandiosidad romántica e intensidad de contenidos. La voz etérea de Jon Anderson, el melotrón sinuoso de Rick Wakeman y la guitarra eléctrica de Steve Howe sostuvieron una de las más ambiciosas formaciones del rock. Sus pretensiones remitían a la música clásica y su imagen difería de la típica tradición rock. Yes se formó en 1968: Jon Anderson (nacido el 25 de octubre de 1944) llegó de Accrington, en Lancashire; había cantado en The Warriors, el grupo de su hermano Tony, grabando un single sin éxito, que terminó en una recopilación de Decca en 1975, 'Hard-up Heroes'. El bajista Chris Squire (nacido el 4 de marzo de 1948) procedía de la zona septentrional de Londres, y había estudiado en la escuela pública Haberdashers' Aske. Su primera banda fue The Selfs que, con la unión del guitarrista Pete Banks (alias Peter Brockbanks, nacido el 7 de julio de 1947 en Barnet), se transformó en Syn y publicó dos álbumes con Deram que pasaron inadvertidos. A su vez, Syn se transformó en Mabel Greer's Toyshop, con el ingreso del batería Bill Bruford (nacido el 17 de mayo de 1950) y del teclista Tony Kaye (alias Anthony John Selridge, nacido el 11 de enero de 1946 en Leicester). Finalmente el nombre definitivo fue Yes. El 4 de agosto de 1968 actuaron por primera vez ante el público en East Mersea, Essex, debutando oficialmente en el Marquee la noche siguiente. Ensayaban intensamente en el sótano del Lucky Horseshoe Café de la Shaftesbury Avenue, trabajando tanto sobre versiones como sobre material original compuesto por Anderson y Squire. Una primera influencia importante fue la de The Nice, que ya estaban conquistando al público británico con su brillante ampulosidad, aunque también grupos como The Beach Boys, The Doors, Moby Grape y Fifth Dimensión dejaron huella en la banda. En este período, tuvo particular relieve la versión de Vanilla Fudge del éxito de The Supremes, 'You keep me hanging on', demostrando cómo una canción pop podía ser transformada en una amplia obra dramática. El sonido de Yes era pleno y rico, con ocasionales incursiones orquestales. En 1968 acompañaron a Sly and The Family Stone en el local londinense Blaise's: el responsable del club, Roy Flynn, aceptó ser su manager y comenzó a organizarles actuaciones. Desafortunadamente, Bruford debe dejarles y es sustituido por Tony O'Riley. A finales de año Yes realizaron giras como teloneros. En Leeds convencieron a Bruford, presente en la actuación, para que se uniera a ellos en la que telonearían a Cream en el Albert Hall, concierto en que la banda de Eric Clapton se despidió de los escenarios. Gracias a esta actuación, y tras una semana seguida en el Marquee, Yes se hicieron un nombre en Inglaterra, y Bruford se quedó en el grupo. Roy Flynn negoció un contrato discográfico con Atlantic y el álbum de debut, titulado simplemente 'Yes', apareció en Gran Bretaña en agosto de 1969. El material comprende temas originales muy armonizados como 'Harold Land' y 'Survlval', pasando por la acústica 'Yesterday and today' de Anderson, y ambiciosas versiones, como 'Every Little Thing', de The Beatles, y 'I see you', de The Byrds. Realizado en medio de una incesante cadena de compromisos en directo, el álbum no satisfizo las esperanzas del grupo, a pesar de que la prensa de ambos lados del Atlántico lo señaló como un grupo a tener en cuenta. El primer single extraído del álbum, titulado 'Sweetness', pasó desapercibido en las listas de éxitos, marcando una pauta característica de la banda, que, salvo raras excepciones, nunca será una atracción a nivel de single, sino que construirá su reputación sobre los álbumes. Sin desanimarse, Yes grabaron su segundo álbum. A fin de crear un sonido más completo, contrataron una pequeña orquesta. 'Time and a word', publicado en julio de 1970, sigue casi fielmente la fórmula del disco anterior, con temas de Yes junto a piezas como 'No opportunify necessary no experience needed', de Richie Havens, y 'Everydays', de Steve Stills. La utilización de canciones de otros manifestaba falta de fe en sí mismos por parte de Yes, y el hecho de recurrir a una orquesta no era nada original (todo tipo de grupos, de The Nice a Deep Purple, se servía de la misma solución en esa época). Sin embargo, el álbum marcó una notable mejoría respecto al primero, dejando entrever las posibilidades reales de la banda. El ingeniero de sonido elegido, Eddie Offord, se ocupó de casi todos los álbumes siguientes. Su influencia en el grupo, entre otras cosas, también se manifestó en ámbitos extra musicales, como en la opción por el vegetarianismo. 'Time and a Word' tampoco satisfizo plenamente a Yes; después de su publicación pidieron a Pete Banks que abandonara el grupo, porque, según Anderson, "nunca se integró". Banks formó un nuevo grupo, Flash, y fue sustituido por Steve Howe (nacido el 8 de abril de 1947 en Holloway). Howe era un veterano de bandas psicodélicas como In Crowd y Tomorrow. La nueva formación se reunió para componer nuevo material en Devon, pero la situación económica se deterioraba lentamente y las relaciones con Atlantic empeoraron. Se produjeron nuevos cambios: Brian Lane sustituyó a Roy Flynn como manager y firmaron un contrato con la productora Hemdale, para la que trabajaba Lane. Una vez organizada su crítica situación, Yes publicaron 'The Yes Album', en marzo de 1971. Coproducido por el grupo y Eddie Offord, el álbum consiguió expresar la potencia de la banda en disco, convirtiéndose al mismo tiempo en la espina dorsal de su repertorio en directo para los años siguientes. Todos los temas son composiciones originales: sobresalen, entre otras, 'Yours is no disgrace', 'I've seen all good people', 'Starship trooper', y la preferida en directo de Steve Howe, 'Clap'. Las larguísimas giras proporcionaron una gran popularidad al álbum en Gran Bretaña y tras una aparición en el programa televisivo "Top of the pops", 'The Yes Album' alcanzó la cima de las listas de éxitos británicas. Durante el verano de 1971 el grupo realizó una gira por Europa junto a Iron Butterfly, y después actuó como telonero de Jethro Tull en Estados Unidos, presentándose por primera vez en el mercado americano. De regreso a Inglaterra, Tony Kaye abandona para fundar Badger. Tras una serie de enfrentamientos y enredos legales con la compañía discográfica, Yes contrataron al ex niño prodigio de Strawbs, el teclista Rick Wakeman (nacido el 18 de mayo de 1949 en el este de Londres). Con su enorme pila de teclados (entre los que se encontraba un órgano Hammond, un sintetizador Moog, un piano Rhodes y un mellotron), sus largos cabellos rubios y su larga capa, Wakeman se convirtió en un personaje inconfundible, probablemente el más famoso teclista rock de los años setenta. Con su llegada se completó la que es, para muchos fans, la mejor y definitiva formación de Yes, que combinaba las visiones místicas de Anderson con su capacidad instrumental para interpretarlas. El grupo se dedicó en seguida a la grabación de un nuevo álbum; se trata de 'Fragile' (1971), primer disco con la portada firmada por Roger Dean. Reforzado por grandes temas como 'Heart of the sunrise', 'Roundabout' y 'Long distance runaround' y por intensas giras por Gran Bretaña, Europa y Estados Unidos, 'Fragile' llegó al primer puesto de las listas a ambos lados del Atlántico. Yes se embarcaron inmediatamente en un nuevo proyecto discográfico, empezando a componer y a ensayar el material que apareció en el siguiente álbum. El resultado salió a la luz en septiembre de 1972 y se titula 'Close to the edge', generalmente reconocido como su mejor disco. El tema que le da título que ocupa toda la primera cara, es un tema complejo subdividido en cuatro secciones; la segunda cara incluye 'And you and I' y 'Siberian khatru'. Los tres durísimos meses empleados para la grabación, debido sobre todo al perfeccionismo de Chris Squire (se pasaba horas enteras afinando el bajo), fueron la gota que hizo colmar el vaso de la paciencia de Bill Bruford; precisamente en el momento de la publicación del disco, anunció tener intenciones de aceptar una oferta de Robert Fripp, y se integró en King Crimson. Le sustituyó Alan White (nacido el 14 de junio de 1949 en Durham); en su larga carrera había tocado con Joe Cocker y Alan Price, y en 1969 actuó en Toronto junto a John Lennon, Yoko Ono y Eric Clapton en The Plastic Ono Band. Yes emprendió una gira como atracción principal por Estados Unidos. En 1973 se publicó el triple álbum en directo 'Yessongs', con material extraído de los tres discos anteriores del grupo y alguna pieza de 'The six wives of Henry VIII', primer álbum solista de Rick Wakeman, recién publicado. 'Yessongs' contradice la fama de Yes de ser un grupo válido esencialmente en estudio, sacando a la luz su potente sonido en directo. El disco triunfó en las listas de éxitos de Gran Bretaña y América.
Jon Anderson, durante mucho tiempo interesado por los temas místicos, había leído obras de autores como Herman Hesse; 'Close to the edge' había sido su tentativa más ambiciosa de traducir en música sus intereses, y el éxito de aquel disco lo empujaba a insistir. Durante la gira americana de 1973, Anderson y Howe empezaron a grabar algunas pruebas para el nuevo álbum, un proyecto inspirado en un texto de Paramhansa Yogananda titulado 'Autobiografía de un yogui'. La obra explicaba una filosofía de vida en cuatro fases, y 'Tales from topographic oceans' era la traducción musical de esta idea, exponiéndola sobre las cuatro caras de un álbum doble. Anderson estaba convencido de poder convertir al resto del mundo a esta filosofía gracias a un disco de enorme potencial de ventas, pero el resto del grupo no era del mismo parecer; cuando Howe y Anderson explicaron a los otros la idea por primera vez, Rick Wakeman reaccionó saliendo de la habitación. También Atlantic estaba perpleja, pero decidió apoyar el proyecto, y el disco se publicó en noviembre de 1973. Antes de la publicación del álbum Yes dieron una serie de conciertos promocionales (sin tener en cuenta que el público no esperaba una dosis masiva de material jamás escuchado anteriormente). Los comentarios de la prensa fueron decididamente hostiles, alimentando más aún la insatisfacción de Wakeman. En el momento de presentar su último trabajo en Estados Unidos, Yes se dotaron de los efectos especiales más modernos, a nivel de sonido y equipo de luces; además llevaban un enorme globo con el logotipo de la banda. Pero frente a la reacción nada entusiasta del público, el espectáculo tuvo que cambiar de rumbo, dejando cada vez más espacio a los viejos temas que los fans querían escuchar. A Wakeman le resultaba difícil lanzarse en temas hacia los que no sentía ninguna simpatía y con los que no se hallaba familiarizado; por si esto fuera poco, su estilo de vida, caracterizado por su gran afición a beber cerveza y por su alimentación carnívora (rodeado de vegetarianos convencidos), no hizo más que alejarlo completamente de sus compañeros. Instigado por el éxito de su segundo proyecto en solitario, 'Journey to the centre of the earth' (1974), decidió finalmente abandonar Yes para seguir una carrera como solista. Vangelis Papathanassiou, un virtuoso teclista griego admirado por Anderson por su trabajo con Aphrodite's Child, fue su sustituto, pero resultó ser un músico demasiado individualista para convivir con el grupo. Entonces la banda optó por Patrick Moraz (nacido el 24 de junio de 1948 en Suiza), que había tocado en Refugee con los ex miembros de The Nice, Lee Jackson y Brian Davison. Moraz entró en la banda cuando Yes estaba grabando el álbum 'Relayer'. Publicado en noviembre de 1974, el disco presenta un aspecto más duro. Tras una larguísima gira emprendida para promover el disco, cada componente de la formación se tomó un año entero de vacaciones, durante el cual se dedicaron a la producción de álbumes en solitario. Atlantic aprovechó la pausa para publicar 'Yesterdays' (1975), una selección con material extraído de los primeros dos álbumes más una versión de 'América'. Los cinco álbumes solistas, todos publicados entre 1975 y mediados de 1976, incluyen 'Beginnings', que presenta las experimentaciones guitarristicas de Steve Howe, 'Fish Out Of Water', un sorprendente trabajo de Chris Squire, las pirotecnias en el teclado de Moraz en 'I', el relajante 'Ramshackled' de Alan White, y el tour de force de Anderson, 'Olias of Sunhillow'. En 1975 se estrenó la película 'Yessongs' que recoge el concierto del grupo en el Rainbow Theatre de Londres en 1972. A finales de 1976, Yes se reunieron en Suiza, para desarrollar las primeras ideas para el nuevo álbum. Moraz demostró profundas diferencias musicales con sus colegas y abandonó el grupo. Se incorporó momentáneamente a The Moody Blues y, más tarde, se dedicó a producciones en solitario: 'Out of the sun' (1977), 'Patrick Moraz' (1978), 'Future memories live on tv' (1979) y 'Coexistence' (1980). La elección del sustituto en Yes recayó precisamente en Rick Wakeman, cuya salud y cuenta bancaria habían atravesado un momento difícil después de la anterior separación, a causa de una serie de proyectos fallidos. Esta reunión produjo el álbum 'Going for the one' (1977), un claro regreso al dinamismo del rock tras el enredo de los últimos episodios. 'Wonderous stories', extraída del álbum, regaló a Yes su primer éxito en el Top Ten de Gran Bretaña. Además, por primera vez desde los tiempos de 'The Yes Album', la portada no era de Roger Dean ni la producción de Eddie Offord. Exaltados por esta nueva explosión de energía creativa, Yes se pusieron a trabajar duramente, y en septiembre de 1978 publicaron 'Tormato'. Con una elección verdaderamente insólita optaron por un formato ágil, con temas breves, entre los que se encuentran 'Release, release' y 'Don't kill the whale', canción fuertemente comprometida que se abrió camino en Inglaterra también como single. En la gira utilizaron un escenario circular, con el público a su alrededor, en un intento de acercar a los músicos a sus fans. Pero esta cercanía no logró contagiar a los miembros de Yes en sus relaciones personales. A comienzos de 1980, Wakeman y Anderson abandonaron el grupo. Anderson ya había publicado un disco con Vangelis en 1980, 'Short stories', al que siguió 'Song of seven' (1980); además compuso en 1982, un éxito para Donna Summer, 'State of independence'. Pero Yes es una banda que con el tiempo se ha vuelto famosa por sus lances sorprendentes; en el mismo 1980, año del abandono de dos de los componentes más representativos ("Esta vez es definitivo", declaró Wakeman), el teclista y el guitarrista fueron sustituidos, respectivamente, por Geoff Downes y Trevor Horn, líderes de Buggles, una formación famosa por el single 'Video killed the radio star'. La sorprendente elección hacía presumir un cambio radical en el sonido de la banda; sin embargo, el sonido "histórico" de la formación se mantuvo. El nuevo disco, 'Drama', confirmó el estilo de siempre con un pequeño indicio de música más ligera. La suerte del álbum estuvo ayudada por el óptimo single extraído, 'Does it really happen?'. En el mismo año Atlantic decidió publicar un doble en directo, 'Yesshows'; durante cerca de ochenta minutos pasa revista a las giras de 1976, 1977 y 1978. No faltan los "clásicos" como 'Ritual', 'Going for the one' y 'Time and a word'; se alternan la formación histórica, la de Rick Wakeman, y la de transición, con Patrick Moraz. En 1981, sin declaraciones oficiales ni celebraciones de ningún tipo, el grupo decidió volver a callar; sin embargo su compañía discográfica publicó la antología 'Classic Yes', con temas que se remontan en gran parte al primer período, dos temas inéditos en directo y un single de homenaje. Chris Squire y Alan White grabaron un single de escaso éxito, 'Run with the fox/Return of the fox'. Steve Howe constituyó un verdadero supergrupo, Asia. Sin buscar nuevos caminos, Asia, que contaba con la presencia de John Wetton, retomó el "sonido Yes" y consiguió, con tres álbumes publicados entre 1982 y 1985, un gran éxito en todo el mundo. Squire y compañía, quizás estimulados precisamente por esto, prepararon su enésimo viraje y decidieron reconstituir el grupo por enésima vez. La nueva formación de Yes intentó aproximarse a la original: Jon Anderson, Squire, White, Tony Kaye (teclista de los primeros Yes psicodélicos) y el nuevo guitarrista Trevor Rabin. El resultado fue el álbum '90125', un verdadero puente entre el pasado y el presente: la voz de Anderson está de nuevo en plena forma, Squire crea un apoyo muy potente y Kaye inventa situaciones increíbles con los teclados. El single de prueba, al que corresponde gran parte del mérito de la popularidad de todo el disco, es 'Owner of a lonely heart', un tema formidable y enérgico. El éxito fue tal que Yes se plantearon el regreso a los escenarios, con un gigantesco espectáculo de luces, sonidos y efectos escénicos. La banda actuó en casi todo el mundo. Se publicó un disco en directo, 'Solos', que incluye temas ya publicados e inéditos. En 1987 grabaron 'Big generator', producido por el grupo junto a Trevor Horn y Paul de Villriers. La fusión entre el presente y el pasado se refuerza y el disco contiene dos temas que impactan de manera particular: el primer single 'Love will find a way', típico matrimonio entre sonidos de los años setenta y tendencias eléctricas más recientes, y 'Holy lamb'. El año 1988 ve realizarse dos proyectos importantes en la casa Yes: la publicación de una obra solista de Jon Anderson, un álbum de tendencias soul escrito junto al legendario Lamont Dozier titulado 'In the city of angels'. Sin embargo en 1989 se produce la ruptura definitiva entre los intereses comerciales, y también musicales de Jon Anderson y Chris Squire. Este último, empeñado en empresas absurdas, como la formación de un grupo, Esquire, en el que cante su mujer, se niega a una reunificación original con los mejores Yes de la historia. Como Squire es quien tiene registrado el nombre de Yes, Jon Anderson decide unirse a Anderson, Bruford, Wakeman y Howe, y editar un álbum de idéntico título que devuelve a los aficionados el mejor sonido Yes de los ochenta, incluso con una magnífica portada diseñada por Roger Dean y con Brian Lane, de nuevo en el "rol" de manager. El éxito de 'Anderson, Bruford, Wakeman y Howe' se traduce en una espléndida gira mundial y que cuenta cor colaboración de Tony Levin al bajo, sustituyendo a un desquiciado Chris Squire sumido ahora en batallas legales contra sus ex compañeros.
Juan Carlos
Un gran resumen!
ResponderEliminarMuchas gracias
ResponderEliminarSi eso es un resumen me imagino si tenías ganas de escribir. En cuanto a no distinguir a los imitadores, no solo los niños se confunden: algunos consumados audiófilos confunden al verdadero Yes con las formaciones que vinieron después, incluyendo la formación actual. ¿Cuál es la verdadera Yes: Yes o ARW?
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