Delirios de grandeza, destellos de genialidad, canciones de un dramatismo existencialista y nocturno... todo ello empapado en abundante alcohol, flambeado y servido bien frío. Ocean Rain está listo para la degustación.
Les voy a contar la historia de una banda injustamente eclipsada por otros grupos británicos de los '80, Echo & the Bunnymen, y la de su álbum Ocean Rain. Empezamos!
Les voy a contar la historia de una banda injustamente eclipsada por otros grupos británicos de los '80, Echo & the Bunnymen, y la de su álbum Ocean Rain. Empezamos!
Artista: Echo & the Bunnymen
Álbum: Ocean Rain
Año: 1984
Género: Pop Rock, rock psicodelico, new wave
Duración: 36:36
Nacionalidad: Inglesa
Año: 1984
Género: Pop Rock, rock psicodelico, new wave
Duración: 36:36
Nacionalidad: Inglesa
Lista de Temas:
01. Silver
02. Nocturnal Me
03. Crystal Days
04. The Yo-Yo Man
05. Thorn of Crowns
06. The Killing Moon
07. Seven Seas
08. My Kingdom
09. Ocean Rain
03. Crystal Days
04. The Yo-Yo Man
05. Thorn of Crowns
06. The Killing Moon
07. Seven Seas
08. My Kingdom
09. Ocean Rain
Alineación
Will Sergeant / guitarra, clavecín, sitar
Les Pattinson / bajo
Pete de Freitas / batería
El diccionario define así el Narcisismo: "Admiración excesiva y exagerada que siente una persona por si misma, por su aspecto físico, o por sus dotes o cualidades: en algunos campos laborales, como el artístico, abunda el narcisismo."
Quien sabe cuantos personajes historicos padecieron este trastorno (me vienen a la mente Alejandro Magno, Napoleón, John Lennon, Dalí... y muchos otros posibles narcisistas) basado en una percepcíón distorsionada de uno mismo, que nos produce la certeza ilusoria de ser superiores, de estar en posesión de la verdad, etc. este trastorno puede llevar al sujeto a realizar verdaderas hazañas guiado por la aplastante seguridad de ser invencible.
Esta reseña podría muy bien titularse: "Echo & the Bunnymen, o el Narcisismo", o simplemente: "Ego & los Conejitos", pero mejor dejemosla como está.
Digo esto porque la que acabo de mencionar, es una banda cuya historia fue marcada profundamente por el fuerte ego narcisista de su líder, Ian McCulloch. Este personaje, cuya prepotencia llegó a hacerle afirmar que su banda era la mejor de toda la historia, y que "Ocean Rain", el álbum que presentamos hoy, es "el álbum más grande que jamás se ha hecho", fue pese a todo un artista carismático y el motor de la banda de los hombres conejo, ya que su personalidad, su forma aterciopelada y sensual de cantar, sus canciones y hasta su imagen eran realmente especiales. Tanto es así, que en cuanto el decidió abandonarla, la banda no tardó mucho en venirse abajo.
Echo & the Bunnymen es un grupo de new wave nacido de las cenizas del punk en Liverpool, el año 1978. Esa ciudad, que desde los Beatles, no había aportado ningún nuevo artista de renombre a escala mundial, ese año vio como otro cuarteto volvía a colocar su prestigio en un nivel muy alto.
En un comienzo, el grupo fue integrado por Ian McCulloch, Will Sargeant, Les Pattinson, y una caja de ritmos. Muchos piensan que "Echo" era esta caja de ritmos, cosa que fue desmentida por la propia banda. Will Sargeant, el guitarrista dijo: "solo queríamos un nombre que fuera completamente diferente, y Echo era solo una palabra que nos gustaba. Con lo de Bunnymen sí había una idea detrás, sobre esas criaturas extrañas y sobrenaturales con forma de conejo que solo existían en las leyendas".
Desde luego, ese nombrecito con cierto toque humoristico y que más bien sugiere algo ligero e intrascendente, contrasta mucho con lo denso y existencial que es a menudo el sonido del grupo.
Pero sigamos un poco más con la historia: pronto la caja de ritmos fue sustituida por un batería de carne y hueso, Pete de Freitas, y en 1980 vino el primer álbum, Crocodiles. Fue un fabuloso debut, que les dio a conocer al gran público. En él se podían rastrear las fuentes de inspiración de la banda: los Doors, Velvet Underground y Bowie, principalmente.
El sonido punzante de la guitarra de Sargeant, el magnetismo vocal de McCulloch, la carga de dramatismo mezclada al sarcasmo de sus canciones, fue la fórmula que les abrió las puertas del éxito. El año siguiente lanzaron "Heaven up Here", en el '83 "Porcupine" y por fin, en 1984, el álbum que nos ocupa: "Ocean Rain".
OCEAN RAIN
Dice Erlantz Bikendi Gonzalez en Historias del Rock:
"Con grabaciones alternadas entre estudios de París y Liverpool, y acompañados por primera vez de una orquesta, Echo & The Bunnymen presentó en 1984 su alabado cuarto disco, “Ocean Rain”, un álbum que para sus integrantes era simplemente una obra maestra: “Ocean rain” es la mejor obra de arte después del David de Miguel Angel”, dijo a la prensa Ian Mc Culloch, con su habitual seguridad, la misma seguridad que algunos críticos tildaban directamente de soberbia o petulancia. Cierto o no, este disco, una verdadera maravilla de romanticismo brumoso, teñido de electricidad cristalina y poética, contiene canciones de gélida belleza, como la sublime “The killing moon” (para muchos la mejor canción del grupo), donde las guitarras acústicas y eléctricas despejan de bruma la poética noche del alma; “Ocean Rain”, la madre de todas las baladas épicas; “Silver”, un tema henchido de clasicismo elegante, y “My kingdom”, marcado por guitarras leves y desbocadas.
Por esa época la prensa británica se empeñó en poner a rivalizar a los Bunnymen con U2, un emergente grupo irlandés que en unos cuantos años más iba a conquistar América (y el mundo). Mc Culloch, consultado por esta rivalidad, sólo expresó que “U2 hacen música para albañiles y fontaneros; nosotros somos una banda de océanos y montañas”.
Excelente exposición, en la que vemos retratado aún mejor el ego inflamado de Ian McCulloch, solo comparable al de Liam Gallagher, del grupo Oasis, otro probable narcisista (pero a mi juicio, a todas luces musicalmente inferior).
Ocean Rain es para mi la culminación de la carrera de la banda de los conejitos. En este trabajo reniegan definitivamente de su pasado post-punk y emprenden una gran obra en la que se les empiezan a ver ciertos rasgos más bien progresivos. La voz de McCulloch con las habituales resonancias a lo Jim Morrison y Lou Reed, pero mucho más fresca y juvenil, está a la cabeza de una orquesta de 53 músicos. Intervienen además otros elementos, que habrían sido impensables en un trabajo anterior, tales como grandes masas corales, mandolinas y flautas, por ejemplo. Todo ello da lugar a fragmentos realmente majestuosos que se compaginan con otros de un pop más sencillo y guitarrero.
Las composiciones siguen dentro del estilo muy particular de McCulloch, y en este disco encontramos algunas de sus piezas más inspiradas y originales. Valga como ejemplo "Nocturnal Me", un tema crepuscular y misterioso, que habla de hielos y cielos estrellados, que se sale totalmente del esquema new wave rockero de los '80. Y no es la única sorpresa: escuchen El hombre yo-yo o Thorn of Crowns.
La banda de los conejitos nunca lograría superar el nivel alcanzado con este disco. Entre otras razones, porque la adicción al alcohol de McCulloch dificultaba la comunicación del grupo, exacerbando su agresividad, y poco a poco la relación entre ellos se fue deteriorando. Además, se le empezó a dañar la voz. El mismo McCulloch abandonó el grupo al parecer a consecuencia de haber tomado conciencia de su adicción.
Para terminar, a Ocean Rain, el disco más lírico de Eco y los conejitos, que en su lanzamiento constaba de nueve temas, en ulteriores ediciones se le añadieron canciones interpretadas en vivo. Yo las he escuchado y a mi modo de ver, son interesantes solo por su valor documental, pero no me gustan. En más de una, la voz de McCulloch está tan deteriorada que resulta incluso desagradable.
Aquí está el álbum completo:
y para terminar, un poco de wikipedia (está muy interesante lo que dice sobre esta banda):
Echo & the Bunnymen
Echo & the Bunnymen es una banda británica de post-punk formada en Liverpool en 1978. La formación original la constituían Ian McCulloch (ex Crucial Three), Will Sergeant y Les Pattinson, complementados por una caja de ritmos que muchos dedujeron que era "Echo", aunque la banda siempre lo haya negado.
Historia
Cuando lanzaron su álbum debut en 1980, Crocodiles -un éxito moderado en el Reino Unido- la caja de ritmos se reemplazó por Pete de Freitas. El siguiente, el aclamado por la crítica Heaven Up Here, alcanzó el Top Ten en 1981, igual que Porcupine en1983 y Ocean Rain en 1984. Sencillos como "The Killing Moon" (más tarde usado en la banda sonora de Donnie Darko, una película cuya imaginería debe mucho a los diseños de los primeros discos de la banda), "Silver", "Bring on the Dancing Horses" y "The Cutter" ayudaron a mantener la atención del público en el grupo cuando se tomaron un breve descanso a finales de los años 80. El álbum de 1987 homónimo tuvo un cierto éxito en Estados Unidos y fue el único trabajo que consiguió ventas significativas allí.
McCulloch abandonó la banda en 1988. De Freitas murió en un accidente de motocicleta un año más tarde, en la Isla de Man. Los demás decidieron continuar, reclutando a Noel Burke para reemplazar a McCulloch como cantante en Reverberation (1990), que no consiguió mucha repercusión entre los seguidores ni la crítica. Burke, Sergeant y Pattinson se separaron después, pero los tres miembros supervivientes de la banda original volvieron a unirse en 1997 y lanzaron Evergreen, What Are You Going to Do with Your Life? (1999), Flowers (2001) y Siberia (2005). Jake Brockman, ex-teclista de la banda murió en 2009 en circunstancias similares a De Freitas.
Ocean Rain
Ocean Rain es el cuarto álbum de estudio de la banda británica de post-punk Echo & the Bunnymen, publicado por la compañía discográfica Korova el 8 de mayo de 1984. Llegó al puesto número 4 de la lista británica de álbumes más vendidos, al 87 de la estadounidense Billboard 200 estadounidense, al 41 de la canadiense RPM y al veintidós de la lista sueca. Desde su lanzamiento ha sido certificado disco de oro por la British Phonographic Industry al superar las 100 000 copias vendidas en el país. Ocean Rain incluyó tres sencillos: «The Killing Moon», «Silver» y «Seven Seas». El diseño de la portada corrió a cargo de Martyn Atkins, mientras que Brian Griffin se encargó de la fotografía.
La banda compuso las canciones en 1983 y a comienzos de 1984 grabaron la mayoría del álbum en París junto a una orquesta de treinta y cinco piezas, mientras que el resto se grabó entre Bath y Liverpool. En el momento de su publicación en formatos LP y casete en mayo de 1984, el disco recibió críticas divergentes, antes de que ser reeditado en agosto del mismo año en versión CD. En 2003, Korova reeditó una versión remasterizada y expandida en CD, junto a los otros cuatro discos de los cinco primeros de la banda, mientras que en 2008 se publicó otra versión que incluyó un disco extra en directo. Echo & the Bunnymen realizó varios conciertos en 2008 tocando todas las canciones de Ocean Rain junto a una orquesta.
Antecedentes
Después de la pobre recepción por parte de la crítica hacia su tercer disco de estudio, Porcupine (1983), Echo & the Bunnymen grabó el sencillo «Never Stop». Hugh Jones, quien ya había producido con anterioridad el álbum Heaven Up Here de 1981, se encargó de producir la canción, que significó un cambio en el sonido de la banda al añadir arreglos con congas, marimbas, violines y violonchelos. Después de la publicación de «Never Stop» el 8 de julio de 1983, la banda hizo una gira por Outer Hebrides en Escocia antes de realizar dos exitosos conciertos en el Royal Albert Hall de Londres los días 18 y 19 de julio. Ese mismo mes, el grupo fue filmado por RPM Productions para un documental de Channel 4 perteneciente a la serie Play at Home. El documental se filmó en una cafetería que la banda había utilizado para grabar versiones acústicas de dos de sus viejas canciones, «Stars Are Stars» y «Villiers Terrace», además de dos nuevas canciones, «The Killing Moon» y «Silver», para el episodio de Play at Home titulado Life At Brian's.
Después de pasar un tiempo en Liverpool componiendo canciones para su nuevo disco, la banda grabó su sexta sesión para el programa radiofónico de John Peel en BBC Radio 1 el 6 de septiembre de 1983. Las canciones que tocaron fueron «Nocturnal Me», «Ocean Rain», «My Kingdom» y «Watch Out Below»; todas ellas publicadas en el cuarto disco de la banda Ocean Rain –«Watch Out Below» se renombró para llamarse finalmente «The Yo Yo Man». Después de la emisión del programa el 10 de octubre de 1983, el punk zine Jamming dijo: «[Las canciones] insinúan un reajuste y un nuevo periodo de recuperación positiva».
Echo & the Bunnymen consiguieron un contrato como cabezas de cartel en un festival de dos semanas celebrado en el Royal Shakespeare Theatre de Stratford-upon-Avon la noche del 23 de octubre de 1983. Debido a la demanda de entradas se añadió una actuación más. En la primera sesión del concierto de Stratford-upon-Avon tocaron por primera vez en directo «The Killing Moon», «Seven Seas» y «Silver». Con representantes de la compañía discográfica de la banda y la madre del cantante Ian McCulloch entre el público, la primera actuación fue tensa y vacilante; aunque el concierto nocturno, sin los representantes ni la madre de McCulloch, fue sustancialmente mejor.
A finales de 1983, el grupo grabó un especial llamado «A Crystal Day» para el programa The Tube de Channel 4. Desentendiéndose del material antiguo, la banda tocó canciones recientes como «The Killing Moon», «Nocturnal Me», «Ocean Rain» –que se había convertido en una balada– y una versión demo de «Thorn of Crowns» llamada «Cucumber».
Composición y grabación
La banda grabó y autoprodujo «The Killing Moon», publicado como sencillo el 20 de enero de 1984, en los Crescent Studio de Bath, Somerset. Después de pasar un resfriado, McCulloch completó las partes vocales para la canción en los Amazon Studio de Liverpool, donde de Freitas también completó sus partes de batería. A continuación, el grupo se desplazó a París, donde reservaron sitio en Les Studios des Dames y Studio Davout. Henri Lonstan, el ingeniero de sonido de des Dames, asistió con la orquestación, mientras que Adam Peters hizo los arreglos de cuerda y tocó el violonchelo y el piano. Sin embargo, McCulloch no quedó satisfecho con las partes vocales grabadas en París, por lo que después regrabó la mayoría en los Amazon Studio de Liverpool, mientras que el resto de los componentes de la banda quedaron satisfechos con sus respectivas partes.
Continuando con el prominente uso de instrumentos de cuerdas, que comenzó con la grabación del sencillo «The Back of Love» en 1982, el grupo grabó Ocean Rain junto a una orquesta de treinta y cinco miembros. Al respecto, el guitarrista líder Will Sergeant dijo: «Queríamos hacer algo conceptual con una orquestación exuberante; no Mantovani, algo con un giro. Todo es bastante sombrío. "Thorn of Crowns" está basado en una escala oriental. Toda la atmósfera está muy azotada por el viento: piratas orientales, un poco Ben Gunn; oscuro y tormentoso, lluvia a raudales; todo eso». Durante la grabación, De Freitas usó xilófonos y glockenspiels además de su percusión habitual, mientras que el bajista Les Pattinson usó una vieja máquina de reverb en des Dames y Sergeant usó una guitarra acústica Washburn en el solo de «My Kingdom», distorsionada a través de unaradio a válvulas
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Portada
Al igual que para sus álbumes anteriores, la portada fue diseñada por Martyn Atkins y la fotografía fue realizada por Brian Griffin. La banda quiso seguir la temática de sus anteriores tres discos, por lo que el fotógrafo usó para la portada una imagen de la banda en una barca de remos tomada en Carnglaze Caverns, Liskeard, Cornwall. En su libro de 2002 Turquoise Days: The Weird World of Echo & the Bunnymen, el autor Chris Adams describió la portada como «una perfecta representación visual del posiblemente mejor disco de the Bunnymen».
La fotografía de la portada del disco original se mantuvo para su reedición de 2003. Sin embargo, la compañía de diseño gráfico de Rachel Gutek, guppyart, lo alteró ligeramente. La reedición incluyó un libreto interior escrito por el crítico musical Max Bell, que además contiene numerosas fotografías acreditas a Sergeant y Pattinson.
Recepción
Ocean Rain alcanzó el cuarto puesto en la lista británica de álbumes más vendidos en su primera semana y permaneció en la lista veintiséis semanas consecutivas. En los Estados Unidos entró en el Billboard 200 el 9 de junio de 1984 y permaneció allí once semanas; su posición más alta fue el puesto 87. En Canadá, entró en el puesto 89 de la lista elaborada por la revista RPM y su posición más destacada fue la cuarenta y uno.En las listas suecas permaneció tres semanas y llegó al puesto número 22. Además, la British Phonographic Industry lo certificó como disco de oro en 1984 al superar las 100 000 unidades vendidas en el país. De los sencillos extraídos del disco, «The Killing Moon», publicado el 20 de enero de 1984, alcanzó el puesto 9 en UK Singles Chart y el siete en el Irish Singles Chart. «Silver», lanzado el 13 de abril del mismo año, se posicionó en el número 30 de la lista británica de sencillos y en el número 14 de la irlandesa; y «Seven Seas», publicado el 6 de julio de 1984, alcanzó el puesto número 16 del UK Singles Chart y el diez del Irish Singles Chart.Después de su publicación, Ocean Rain recibió reseñas variadas. El periodista musical Max Bell describió el cambio del sonido más roquero de Echo & the Bunnymen en sus primeros discos al sonido más suave de Ocean Rain en su crítica de 1984 diciendo que «en esta ocasión el vocalista Ian McCulloch ha atenuado sus canciones metafísicas con dulzura romántica y las melodías de la banda pasan al primer plano. Las guitarras acústicas, las pinceladas de teclados usados con moderación se suman al calor optimista del disco y hay una atmósfera coherente en canciones como "Seven Seas" y "Silver", el actual sencillo, que justifican esa pérdida». Sin embargo, la revista Rolling Stone describió el disco como «demasiado a menudo un canto fúnebre monocromático de imaginería banal existencial disfrazada en la idea de un esqueleto musical». Comentaron que contenía coros habilidosos y ambientes agradables, pero que «muestra demasiado poca evolución melódica y demasiado soul torturado». En su reseña de 1984 para NME, Biba Kopf dijo: «[...] Ocean Rain ha sido diseñado para apoyar la noción de la importancia de la banda. Sin embargo, los resultados tienen el efecto contrario». Kopf continuó la reseña criticando las letras de McCulloch, que describió como «cansadas yuxtaposiciones de misteriosas expresiones en boga; diparates y banalidades».
Legado
Entre los comentarios menos positivos, Pitchfork describió el disco diciendo que estaba «repleto de pistas mareantes de medio tiempo y orquestación bizarra», aunque dijeron que no era impenetrable y le otorgó una puntuación de 8,6 sobre un total de diez. El periodista Chris Jones de BBC lo describió, en su reseña para la edición de coleccionista, como «el punto donde comienzan a vislumbrarse grietas, aunque están enmascaradas con tanta belleza que casi no importa». Jones comentó que la orquesta de 35 piezas ayuda a canciones como «Nocturnal Me» pero hacía que otras, como «The Yo-Yo Man», «tengan que luchar para mantenerse a flote por encima de los intrusivos arreglos».Desde su publicación, Ocean Rain siempre atrajo comentarios dispares de la crítica. En una reseña retrospectiva elaborada por el crítico de Allmusic Jason Ankeny lo comparó con su predecesor, Porcupine, y dijo que los «parámetros estructurales convencionales y simples» de Ocean Rain hacen que sea «el esfuerzo más memorable y bonito» de Echo & the Bunnymen, además de afirmar que «The Killing Moon» es la «cumbre sin par» de la banda. Para la reedición de 2003, Andrew Harrison de la revista Blender describió el disco como «un espléndido retrato subfactorial con espectaculares orquestaciones». Por otra parte, la revista Mojo comentó que el disco tiene «canciones efervescentes, orquestadas con comprensión». El periodista musical británico Simon Reynolds, en su libro de 2005 Rip It Up and Start Again: Post Punk 1978–1984, describió el disco como «suntuoso, orquestado y [...] abiertamente erótico». Por otra parte, Mark Blacklock, en el libro 1001 Albums You Must Hear Before You Die de Robert Dimery, escribió que «aguanta mejor el paso del tiempo que ningún otro álbum de the Bunnymen», gracias a la confianza, los exuberantes arreglos de cuerda, el romance, el calor y la poesía del mismo.
Gira Ocean Rain
Echo & the Bunnymen realizó un concierto en el Royal Albert Hall de Londres el 16 de septiembre de 2008, donde recrearon el disco completo apoyado con una orquesta de dieciséis músicos. A éste le siguieron dos conciertos de formato similar en el Radio City Music Hall de la ciudad de Nueva York el 1 de octubre y en el Liverpool Echo Arena de Liverpool el 27 de noviembre del mismo año. Para estos dos últimos conciertos, la banda se hizo acompañar de una orquesta de diez piezas dirigida por Rupert Christie. A lo largo de 2009 se hicieron más conciertos similares en Europa y los Estados Unidos.
La gira tuvo en general una buena aceptación de la prensa musical. Simon O'Hagan, crítico de The Independent, hizo una reseña del concierto de Londres y dijo que fue «una noche conmovedora y memorable». Describió también la voz de McCulloch como «magnífica» y que parecía «seda rasgada». Angus Batey de The Guardian concedió al concierto de Londres la máxima calificación posible y describió «The Killing Moon» como «vertiginosamente alto» con la canción «Ocean Rain» como punto álgido, «donde las cuerdas se esperan hasta el segundo verso para entrar como un puñetazo de intensidad casi física, con soleado optimismo melódico penetrando el claroscuro de nubes tormentosas en las letras de pensamientos oscuros». Sin embargo, Adam Sweeting de The Daily Telegraph, comentó que la orquesta «a menudo no aportaba mucho salvo un vago sonido fangoso». En su reseña del concierto de Nueva York, Jim Allen de la revista Rolling Stone describió Radio City como «un lugar grandioso y apropiadamente dramático» y añadió que McCulloch «tenía la voz bien, gruñendo de forma burlona y maravillosa». Para el concierto de Liverpool, Jade Wright escribió en el Liverpool Echo que McCulloch «era una parte de Lou Reed, otra de Oliver Reed, con un poco de Jim Morrison».
Reediciones
Ocean Rain se publicó por primera vez el 8 de mayo de 1984 en formato LP y casete a través de la discográfica Korova en Europa. Posteriormente se publicó a través de Sire Records en los Estados Unidos el 14 de mayo, mientras que la versión en CD salió a la venta en Europa y los Estados Unidos el 24 de agosto del mismo año. Fue comercializado como «el álbum más grande jamás grabado» y McCulloch comentó con posterioridad que se hizo porque realmente lo pensaban, a pesar de que también dijo que fue una broma: «¡Esa idea no fue mía! Estaba al teléfono con Rob Dickins, directivo de Warner Bros., simplemente bromeando y dije "Oh, es el mejor álbum jamás hecho". Y [él] lo usó en el póster». En una entrevista de 2005 para la revista Record Collector, Sergeant preguntó: «¿Y por qué no?». No antes de preguntarse «¿por qué todo el alboroto?», «¿no es lo que todas las bandas piensan cuando publican un nuevo disco»?.
Ocean Rain se remasterizó y reeditó en CD en 2003 junto a los otros cuatro primeros discos de la banda; estas reediciones se conocen como las ediciones conmemorativas del 25º aniversario. Se añadieron ocho pistas adicionales: «Angels and Devils», grabado en The Automatt de San Francisco, que fue cara B del sencillo «Silver» y producido por The Bunnymen y Alan Perman; las cinco pistas del EP Life At Brian's – Lean and Hungry («All You Need Is Love», «The Killing Moon», «Stars Are Stars», «Villiers Terrace» y «Silver») grabadas para el programa de Channel 4 Play At Home; y dos canciones en directo («My Kingdom» y «Ocean Rain») grabadas para A Crystal Day, un especial de Channel 4 para la serie The Tube. La pista «Silver» extraída de Life At Brian's – Lean and Hungry y dos de las de A Crystal Day eran inéditas hasta el momento. La reedición corrió a cargo de Andy Zax y Bill Inglot. En octubre de 2008 se publicó una edición de coleccionista que, a pesar de incluir «Angels and Devils», reemplaza las pistas adicionales de la edición 25 aniversario con las versiones que aparecen en el sencillo de doce pulgadas de «Silver» y «The Killing Moon». Esta edición también incluye un disco extra con grabaciones del concierto en el Royal Albert Hall de 1983.
De la versión original de Ocean Rain se extrajeron tres sencillos. El primero fue «The Killing Moon», publicado el 20 de enero de 1984; el segundo fue «Silver», editado el 13 de abril del mismo año; y el último fue «Seven Seas», que salió a la venta el 6 de julio. Fue la primera vez que Echo & the Bunnymen sacó más de dos sencillos de un disco.
Un artículo más y me despido (observen el engreimiento del tipo; y eso que con los años parece que se ha moderado):
IAN MCCULLOCH:
«La Velvet ya es historia, nosotros somos parte del futuro del rock»
Creadores de una inconfundible épica oscura y psicodélica, Echo & The Bunnymen defenderán la vigencia de un repertorio que vale su peso en oro.
Javier Becerra
2/9/2010
Actualizada a las 10:07
Creadores de una inconfundible épica oscura y psicodélica, Echo & The Bunnymen defenderán la vigencia de un repertorio que vale su peso en oro.
Javier Becerra
2/9/2010
Actualizada a las 10:07
La rueda del pop gira tan rápido y tan vertiginosamente que puede llegar a situaciones tan extravagantes como la de Echo & The Bunnymen. Para algunos jóvenes ellos son el grupo que se parece a Coldplay, Interpol o Editors, cuando por ahora ninguna de estas bandas ha llegado siquiera a rozar la obra de los de Liverpool -¿dónde está el Ocean Rain de los mentados?-. Ian McCulloch, el carismático líder de la banda que en los primeros ochenta se disputaba la gloria épica con U2, recuerda para quien lo haya olvidado que son un clásico viviente. Y en plena forma.
-La sombra de su banda es muy alargada en el pop actual. ¿Le hace sentirse orgulloso?
-Sí, claro. Hemos influenciado a mucha gente importante, como Arcade Fire o The Flaming Lips. Es normal porque nos ha pasado a nosotros también. Cuando comenzábamos nos fijábamos mucho en The Doors, pero especialmente en The Velvet Underground, que fueron fundamentales para las bandas de finales de los setenta y principios de los ochenta. La difusión de su música nos afectó y ahora nosotros estamos muy orgullosos de haber afectado a otros. La diferencia radica en que la Velvet ya es historia y nosotros somos parte del futuro del rock and roll.
-Inicialmente iban a tocar Editors en el MTV. Cuando se confirmó que venían ustedes algunos sonreímos. Pensamos que iba a ser mejor ver al original que a la copia.
-[Se ríe]. Es muy amable por tu parte que digas eso. La gente puede estar tranquila. Vamos a dar lo mejor de nosotros. Creo que Echo & The Bunnymen está más vivo que nunca y nuestro directo actual es increíble. Me atrevería a decir que incluso estamos en un momento de forma superior al primer período de la banda.
-Repudia la humildad. ¿Piensa que hay mucha falsa modestia en el pop?
-Sí, además ahora se cuidan mucho los modales. En nuestro caso es una cosa muy de Liverpool. Tú vas a ver el fútbol y dices «Oh, este es el mejor equipo del mundo» y bla bla bla. Eso se traspasa a la música, tú siempre piensas que la tuya es la mejor banda del planeta.
-¿Qué echa de menos de los años ochenta?
-Que el Liverpool ganase la Copa. Eso fue lo mejor de todo [se ríe]. Supongo que echo en falta ver el mundo por primera vez y sentir cómo iba creciendo todo cada día. Poder vivir las cosas de una forma tan ingenua seguramente fue lo más emocionante de toda mi vida, pero tampoco recuerdo muchas cosas concretas porque era un trabajo muy duro. No digo que no resultase divertido, pero todo el tiempo tratando de vender y metido en giras en América y Europa llegaba a ser agotador. No suelo mirar mucho atrás, porque estoy disfrutando mucho actualmente de cómo están saliendo las cosas. Me siento menos intenso. Eso es bueno, porque cuando era más joven estaba demasiado presionado. Ahora puedo compartir más con la gente, ya no me tomo todo tan seriamente.
-Parece que ha nacido para ser una estrella. ¿Se ve haciendo alguna cosa que no sea estar en una banda?
-No, nunca. Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices. De niño sentía que iba a ser una estrella. Cuando tenía once años sentí la llamada, algo así como «Esto es lo que soy y esto es lo que quiero ser toda mi vida».
-Es de suponer que hubo algún artista que lo llevase hasta ahí.
-Más que uno, fue una combinación de dos. David Bowie fue el más importante de todos para mí, lo adoraba. Pero, luego, The Velvet Underground es la banda que más nos aportó.
-Póngase en el lugar de un adolescente. ¿Qué banda de la actualidad piensa que impulsaría a un chico a formar un grupo?
-¿Del momento? Bueno, es gracioso que me lo preguntes porque varios me han dicho de ella: «Mira, estos suenan como Echo & The Bunnymen». No creo que sea así, porque estos suenan absolutamente a ellos mismos. Me refiero, claro, a Arcade Fire. Los vi en el Saturday Night Live y percibí en ellos ciertos elementos que utilizamos nosotros. Me parecieron verdaderamente brillantes. Y eso que los vi en la tele, así que supongo que en vivo ha de ser impresionante con ese sonido tan grandioso.
-Ha citado dos veces a Arcade Fire. ¿Piensa que son el grupo del momento?
-Sí, lo creo. Han creado su propio universo y la gente los ama. Debería haber más bandas como esa, que hacen que sientas como si viajases fuera de este mundo.
La voz de Galicia
el Canario
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