Para quien no lo conozca todavía, este tipo va a ser toda una revelación. Verle tocar, aunque sea en un video, para mi es como presenciar la aparición de un ángel. Me remito al primer video del post: hace cosas con la guitarra que yo nunca había visto antes.
Como ocurre con muchos de los más grandes, muere prematuramente, a la edad de 43 años en un accidente de tráfico. Pero cómo dice una canción de Crosby & Nash que vamos a escuchar, su música nunca morirá.
Vean y escuchen a uno de los más grandes héroes de la guitarra: Michael Hedges.
Artista: Michael Hedges
Álbum: Aerial Boundaires
Año: 1984
Género: New Age, Fusión
Duración: 37:36
Nacionalidad: EEUU
Año: 1984
Género: New Age, Fusión
Duración: 37:36
Nacionalidad: EEUU
Lista de Temas:
01. Aerial Boundaries
02. Bensusan
03. Rickover's Dream
04. Ragamuffin
05. After The Gold Rush
06. Hot Type
07. Spare Change
08. Ménage À Trois
09. The Magic Farmer
Alineación:
Michael Hedges/Guitarra
Mike Manring / Fretless Bass
Michael Hedges/Guitarra
Mike Manring / Fretless Bass
Mindy Rosenfeld / Flauta
Ya ven, una maravilla, no deja de asombrarme por mucho que lo vuelva a poner diez mil veces. En fin, queridos amigos, iba a ponerme a escribir, pero encontré tantas reseñas en castellano sobre este disco y sobre Michael, y tan bien escritas, que he seleccionado tres porque yo no sabría explicarlo mejor. Ahí les dejo con eso, pero antes de irme, les anticipo que Michael Hedges ya no está entre nosotros, así que Crosby y Nash le dedicaron un bellisimo tema de despedida, que se llama "Michael (Hedges Here)". Lo peculiar de este tema, aparte de su hermosura, es que está hecho inspirandose en el tema "Aerial Boundaires", el que acabamos de escuchar en el video anterior.
Como no existe en youtube, aquí les dejo el enlace de Vimeo.
Y vamos con la primera reseña, que viene de un blog llamado "La Voz de los Vientos": Es un post excepcional, que deja muy atrás la wikipedia y otras fuentes similares:
Hace un tiempo leímos una crítica sobre el disco que hoy tratamos aquí que comenzaba de la siguiente forma: “Sgt.Pepper, Kind of Blue, Aerial Boundaries”. Al margen del punto de exageración con conlleva una comparación así, lo cierto es que alrededor del que fue segundo disco de estudio del guitarrista Michael Hedges ha ido creciendo un aura de leyenda que lo sitúa como uno de los hitos fundamentales en esa categoría tan relegada hoy en día como imprecisa que fue la música “new age”.
La historia de Hedges no se sale de lo convencional y sus primeros pasos son comunes a una miriada de artistas al margen del género que practiquen: cursó estudios académicos de música en su California natal, se especializó en un instrumento y una vez culminada esa etapa comenzó a buscarse la vida tocando aquí y allá. Hedges era un guitarrista zurdo pero tocaba guitarras normales “para diestros”. Es probable, sin embargo, que esa particularidad suya le llevase a huir de las afinaciones convencionales y, poco a poco, fue profundizando en su forma de tocar combinando todas las técnicas que su curiosidad le llevó a investigar e inventando, de paso, algunas nuevas. Su influencia y magisterio sobre otros guitarristas de cualquier género fue importantísima y artistas de todo tipo como Pete Townsend, Steve Vai o Satriani se deshacen en elogios cada vez que hablan de Hedges. Su campo se redujo fundamentalmente a la guitarra acústica pero su habilidad conseguía arrancarle registros verdaderamente abrumadores al instrumento.
Randy Ludge era el propietario del New Varsity Theatre en Palo Alto, California. Cuenta cómo una tarde se le acercó un joven melenudo con la guitarra a cuestas y le dijo:
- “He oído que este el sitio al que hay que acudir para tocar en Palo Alto” .
- “Quizá. ¿qué tipo de música tocas?”.
- “bueno, no me centro en un estilo determinado pero me gusta mucho Neil Young”.
- “Ya. Tenemos mucha gente ya que toca cosas de Crosby, Stills, and Nash. Realmente no nos interesa otro más así”.
- “¿Cómo te gustaría que sonase?”
- “Si me dijeras que suenas como William Ackerman o Alex DeGrassi llamarías más mi atención”.
- “Ya veo. Volveré mañana”.
Al día siguiente, Hedges se presentó con una maqueta que había grabado esa misma noche. Randy alucinó con lo que ahí sonaba y le dijo que podía tocar en el teatro siempre que quisiera, las veces que quisiera. La noche siguiente tuvo lugar la primera de las actuaciones de Michael.
Poco después de esto, Randy coincidió con William Ackerman, fundador del sello Windham Hill, y le dijo “te invito al cine y después a cenar si vienes un día al teatro a escuchar a este tipo”. Ackerman aceptó pensando que “una película y una cena siempre están bien” aunque no esperaba demasiado del concierto porque escuchaba recomendaciones de ese tipo a diario. Mientras escuchaba tocar a Hedges, Ackerman quedó tan sorprendido que de manera inmediata comenzó a redactar allí mismo, lo mejor que supo, el que sería el primer contrato discográfico de Michael Hedges. Su maestría con la guitarra hizo que el instrumento se le quedase pequeño y experimentó con todo tipo de invenciones, añadiendo cuerdas, variando afinaciones (de hecho, casi nunca tocaba con una afinación tradicional). Lo primero que uno se pregunta escuchando al músico es si realmente sólo hay una persona tocando; el empleo de técnicas como el tapping, el uso de la caja de la guitarra como un instrumento de percusión más y muchas otras innovaciones convirtieron a Hedges en una referencia fundamental en su instrumento.
Hoy nos encargamos del que fue el segundo LP del guitarrista, aquel sobre el que existe un cierto consenso a la hora de reconocerlo como el mejor de los que grabó nuestro protagonista de hoy. En su grabación intervienen sólo tres músicos: el propio Michael Hedges a la guitarra acústica y el bajista Michael Manring y la flautista Mindy Rosenfeld, esposa del guitarrista en aquellos años como apoyo en dos de los cortes.
“Aerial Boundaries” – Un ritmo pulsante muy propio de su admirado Steve Reich abre el disco sirviendo de preludio a un intrincado tapiz de melodías que se mezclan continuamente sin que consigamos saber dónde acaba una y empieza la siguiente. Hedges se convierte en una orquesta de un solo hombre cuya paleta de sonidos no parece tener límites.
“Bensusan” – Algo más convencional que el anterior es el segundo corte del disco sin que ello reste complejidad a su ejecución. Sí que hay una estructura más sencilla en su construcción lo que nos acerca a la música del propio William Ackerman, más asequible en todos los aspectos. A través de las notas de la guitarra de Hedges se filtra una melodía que se nos antoja enraizada en un folk muy propio de las producciones de Windham Hill de la época.
“Rickover’s Dream” – Quizá el corte más puramente “new age” del disco, muy pausado, relajante y evocador de grandes paisajes y espacios abiertos. Si el sello de William Ackerman llegó a construir un sonido propio que llegó a convertirse en imagen de marca, fue gracias a composiciones como esta y es que Hedges fue, junto a George Winston, el estandarte fundamental del sello en sus inicios.
“Ragamuffin” – Prosigue el disco en una línea muy similar con otra pieza maravillosa en la que el virtuosismo de la interpretación es tal que no nos damos cuenta, lo que a nuestros ojos es una gran virtud. Es fácil exhibirse con veloces solos de guitarra, con los dedos subiendo y bajando por el mástil más rápido que el ojo y todas esas cosas que tantas veces hemos visto hacer a muchos “guitar heroes”. Lo complicado, probablemente, sea tocar como lo hace aquí Hedges.
“After the Gold Rush” – Introduce aquí el músico su particular homenaje a su admirado Neil Young con esta versión del tema central del disco homónimo del guitarrista y cantante. Adopta aquí Hedges un papel secundario y le cede al soberbio bajo de Michael Manring todo el protagonismo melódico y ambos completan una versión excepcional de un tema que, curiosamente, en su versión original era básicamente para piano y voz sin guitarra alguna.
“Hot Type” – El corte más breve del disco es también el que nos muestra la cara más exhibicionista de Hedges que aplica toda su técnica a una pieza extraña llena de golpeos en la caja de la guitarra, armónicos, sonidos de bajo (recordemos que en ocasiones tocaba una guitarra con cuerdas adicionales para reforzar las tesituras más graves). Una rareza que no molesta en absoluto.
“Spare Change” – Continuando con la vertiente más experimental del disco, llegamos a esta auténtica maravilla en la que un Hedges inspiradísimo utiliza el tapping para construir una red de sonido que sostendrá todo el entramado de la composición (volvemos a la influencia de Reich). A partir de ahí, emplea todo tipo de efectos y distorsiones para arrancar a su guitarra sonidos nuevos (recordemos que durante su formación, experimentó con la música electrónica y se hizo un experto en este tipo de tratamiento sonoro).
“Menage a Trois” – El corte más largo del disco incorpora también a los músicos invitados, Manring, en su segunda aparición y Mindy Rosenfeld a la flauta. No es, a nuestro juicio, lo más interesante del disco a pesar de la excelente labor, como siempre, de Hedges a la guitarra y es que, cuando un músico tiene las capacidades de nuestro protagonista, apetece más escucharle sin ningún tipo de acompañamiento por muy bueno que este pueda ser. No se trata de minusvalorar el trabajo de Mindy (de hecho es una reputada intérprete fogueada en importantes formaciones especializadas en repertorio renacentista) pero los mejores momentos del tema son los dúos entre la guitarra y el bajo.
“Magic Farmer” – Cierra el disco Hedges de nuevo en solitario con un tema propio que en su inicio homenajea de nuevo a Neil Young con una breve cita al corte anteriormente revisado. Se trata de un final tranquilo y sumamente apropiado para despedir un disco fantástico en el que no hay ninguna composición de esas que nos atrapan inmediatamente y que no podemos dejar de tararear pero que, a cambio, nos regala una colección de músicas profundas, evocadoras y llenas de sensibilidad y que, al contrario de lo que ocurre a menudo con piezas como las anteriores, seguimos recordando aunque hayan pasado casi 30 años como es el caso.
Michael Hedges falleció en un accidente de tráfico en 1997, cuando sólo tenía 43 años dejando seis discos de estudio y uno en directo, un bagaje que sabe a poco habida cuenta de la excepcional categoría del músico en su doble vertiente de compositor e intérprete. Si buscáis un guitarrista diferente a lo habitual, no podéis dejar de escuchar este disco.
Mike Shooter de “La Voz de los Vientos”
A esta reseña me gustaría hacerle una nota a pie de pagina: el tema segundo del disco, Bensusan, está dedicado a un guitarrista franco-argelino que se llama así. En un futuro post, les hablaré de el.
La segunda reseña es del "Blog del Topo", un viejo e interesante blog donde
se encuentran los enlaces de toda la discografía de Michael, pero ya están todos caídos. Dice el autor del artículo:
"Fue más o menos a los 15 años que empecé a tocar la guitarra, en forma completamente autodidacta e influido por algunas viejas piezas del cancionero que publicaba algún periódico nacional allá por el año 86.
Una de las razones era llevarle la serenata de sus 15 años a una compañera del Colegio, Silvia Acuña, la cual dudo que incluso recuerde que le llevamos esa serenata, también recuerdo haber recibido instrucciones para hacer dos o tres acordes por parte de mi papá, quien a pesar de que lo he visto pocas veces en mi vida con una guitarra y definitivamente no es rockero, le agradezco la vena musical ( mi tío paterno es un muy buen guitarrista en guitarra española ), aunque por el lado de mi mamá hay sin discusión otra parte que me alimentó el espíritu de músico. Así fue que sin más maestro que el radio y mis discos y cassetes empecé a sacar de oído aquellas melodías que me llegaban más, estando a los pocos años en mi repertorio Queen, Def Leppard, Led Zeppelin, Pink Floyd, Dire Straits, entre lo que solía acompañar. Para ese entonces mi primo que es músico ya había iniciado también sus pasos en la guitarra, y recuerdo como juntos solíamos tocar algunas piezas clásicas de Rock ( mucho progresivo ), como “ Roundabout “ de “ Yes “ y “ Im gonna find my way home “ de Jon & Vangelis, también “ The Wall “ de Pink Floyd y recuerdo que solíamos hacer un cover muy bueno de “ Stairway to Heaven “ de Led Zeppelin ( la canción que todo rockero cree saber tocar ).
No recuerdo concretamente cuando o porqué, pero me parece que un viejo amigo de la familia “ Max Polini “ quien entre sus múltiples facetas ( además de rockero ) era ingeniero de sonido, fue quien llevó en algún momento ( como solía hacer ) algún CD de algún artista que era un completo desconocido pero que merecía la pena escucharse, creo que ese fue mi primer contacto con Michael Hedges ( me parece que a través de mi primo quien era el que tenía la responsabilidad de guardar los CD o los extraños cassetes de níquel - metal que casi siempre Max dejaba en casa de mi Abuela.).
Así que de esta manera cuando la internet no pensaba siquiera asomarse al mundo ya conocía a este virtuoso de la guitarra, que junto a Yngwie Malmsteen, Steve Vai, Vitto Bratta y Joe Satriani, figuran entre mis ídolos de culto. Recuerdo que el primer disco que oí de Hedges fue el Aerial Boundaries de 1984, que sigue siendo uno de mis favoritos, también recuerdo el Live On The Double Planet de 1987, esto es parte de mi influencia en la faceta New Age, de la cual me defino admirador pero definitivamente no me considero un 'hijo de la era de Acuario'."
Michael Hedges nació en California un 31 de diciembre de 1953. Desde niño mostró sus habilidades con este instrumento que aprendió a tocar en el sexto grado y que le llevó a formar su primera banda un par de años más tarde. Hedges fue un guitarrista acústico principalmente instrumental, cuya música se podría catalogar entre “ New Age “ y “ experimental “. Como dije anteriormente Hedges llegó a mí en la época en que estaba empezando en la guitarra y literalmente me voló la cabeza. Nunca habría pensado que una guitarra acústica pudiera sonar de esa manera, golpeando y pellizcando, las cuerdas con ambas manos sobre el diapasón. Al mismo tiempo, me parece que tuvo una influencia rockera pues siempre mostró esta faceta, especialmente al escuchar covers de Bob Dylan, Frank Zappa y The Beatles.
Evidentemente Joni Mitchell y Neil Young son dos influencias en Hedges, y se dedicó en sus primeros años al tocar en bares y pubs a hacer covers principalmente de ambos autores.
Aunque tenía una gran voz la mayor parte de su trabajo es instrumental. Definir la música de Michael es difícil. Él mismo le buscó rótulos como “heavy mental”, “acoustic thrash”, “wacka-wacka”, “new edge”, “edgy pastoral”, “savage myth”, “deep-tissue gladiator guitar”....
Como menciona el amigo, Renzo Rodríguez: “ el espíritu de un guitarrista, sin embargo, a veces, como elegido distinguido del tiempo, viene a dar con la música cierto individuo que no crea melodías para la guitarra, sino bellas canciones instrumentales y al ejecutarlas en esta, cambia todo para todos, este era el caso de Michael Hedges, quien no era un guitarrista sino un compositor enamorado del instrumento”.
Prácticamente toda su obra para guitarra la compuso en afinaciones no convencionales, usando, en todas ellas, técnicas complejas como los armónicos y el Tapping ( que suele hacerlo con ambas manos ). Aparte de la guitarra acústica normal, también compuso temas con guitarras harpa. Además, tocaba otros instrumentos, como el piano, percusión en general, el tin whistle, la armónica y la flauta traversa ( por cierto tiene una excelente versión del Boureé de Jethro Tull ), sin embargo lo mejor de Hedges es que llevó el concepto de lo que se puede hacer con una guitarra acústica más allá de lo que se hubiera podido imaginar, similar a lo que en su época hiciera en la guitarra eléctrica Jimi Hendrix.
Hedges es conocido por el uso de dos técnicas de golpeo con las dos manos. Usaba los dedos de su mano derecha (normalmente pellizcando) para golpear “cuerdas” armónicas en los trastes 12, 7 ó 5 (o en cualquier otra parte). Utilizó la mano derecha para los golpes, especialmente en las notas bajas, y a menudo usó la mano izquierda para golpes o pulsaciones melódicas o rítmicas, así como rasgueos poco usuales, que resultaban en voces independientes en la mano derecha. Estas técnicas tendían a convertir la guitarra en un instrumento casi de teclas para ciertos propósitos musicales. También hizo amplio uso del amortiguado de cuerdas, como se usa en la guitarra clásica, y era conocido por la insistencia en la duración exacta de los sonidos y los silencios en sus piezas. Otras facetas de su interpretación era el golpeo de percusión en la caja de resonancia de la guitarra y el amplio uso de armónicos artificales. También utilizó variantes de la guitarra como la Guitarra Arpa (un instrumento con las cuerdas del bajo añadidas, que Hedges usaba para tocar el Preludio a la Suite 1 para Cello en G Major de Bach, en la escala en que se compuso), y la guitarra Trans-Trem Guitar (una guitarra que mantiene las seis cuerdas en el tono durante el trémolo, desarrollada por Steinberg - Hedges la usó en su disco Taproot).
La carrera de Hedges empezó en su natal Oklahoma, empezó estudiando y tocando varios instrumentos antes de la flauta traversa y la guitarra, su mentor fue E. J. Ulrich. Ahí obtuvo su grado en composición en el Conservatorio de in Baltimore, y también empezó a mostrar interés en la música electrónica, lo cual lo llevó a la Universidad de Stanford. Michael Hedges fue “ descubierto “ por William Ackerman que le escuchó tocando en un café de Palo Alto (el antiguo Varsity Theater) y le contrató inmediatamente (1980). Durante varios años Hedges hizo giras y tocó con Ackerman. También apareció en diversos discos de Ackerman. En correspondencia William Ackerman produjo los dos primeros discos de Hedges.
Los dos primeros discos que grabó Michael Hedges - Breakfast in the Field y Aerial Boundaries - fueron hitos de la guitarra acústica. Después se orientó a la canción y la interpretación de formas más populares de música, aunque periódicamente solía volver a música más centrada en la guitarra. Su disco Oracle ganó en 1998 el Grammy al mejor disco de New Age. Hedges era un multiinstrumentista, que tocaba el piano, la percusión, la chirimía (o flauta irlandesa), la flauta, la armónica entre otros instrumentos en sus discos. El bajista Michael Manring contribuyó en muchos de los discos de Michael.
Muchos guitarristas acústicos aseguran tener un gran espectro de influencias y que no encajan en género alguno, pero esto era más cierto que nunca en el caso de Hedges. Su educación musical era fundamentalmente en la composición del siglo XX. Escuchaba a Leo Kottke, Martin Carthy, John Martyn, y The Beatles, pero su acercamiento a la composición debía mucho a Stravinsky, Varèse, Webern, y a compositores experimentales como Morton Feldman. Él se veía a si mismo como un compositor que tocaba la guitarra, más que un guitarrista que componía música.
Hedges murió trágicamente un accidente automovilístico al derrapar su auto en un barranco, su cuerpo fu hallado días después en Mendocino County, California el 5 de diciembre de 1997
La música de este artista es bastante difícil de conseguir, y en mi caso la discografía la obtuve casi en su totalidad de mi Hermano David que es músico y que gracias a Dios tiene buen gusto, a el le agradezco su colaboración para este post.
De: “El Blog del Topo”
Por ultimo, de un blog que se llama "Una Vaca Multicolor":
sábado, 6 de agosto de 2011
Ese olvidado dios de la guitarra
En un mundo donde abundan los virtuosos de la guitarra, Michael Hedges (1953-1997) apareció como una especie de estremecimiento. Notablemente influenciado por los Beatles, Neil Young, Bob Dylan y Joni Mitchell, músicos que hacían hablar las seis cuerdas con paciencia y sabiduría, sin pirotecnias técnicas, pronto evolucionó hacia algo que podríamos definir como New Age y que él, casi en vano y más a manera de broma, definió con expresiones que nos lo muestran como un tipo verdaderamente simpático: Heavy Mental, Wacka-wacka, New Edge, Gladiaitor Guitar…
Hedges encarna con plenitud la máxima aquella de Ricardo Cobo según la cual la guitarra es una pequeña orquesta. Y habría que agregar que no solo una orquesta, sino además un carnaval: su técnica incluye pellizcos a las cuerdas, frecuentes golpes percusivos a la caja de resonancia y al mástil, armónicos, tapping, etc. Por momentos usaba la guitarra como un tambor, por momentos como un piano; y recorría el mástil golpeando las cuerdas al mismo tiempo con los dedos de las dos manos, lo cual generaba una multiplicidad de voces comúnmente fuera del alcance de un solo guitarrista y que daba la impresión a los espectadores de estar ante un instrumento nuevo.
Sus estudios comenzaron en la Universidad de Philips, en Enid Oklahoma, a finales de los años setenta, época durante la cual desarrolló un gusto marcado por músicos experimentales y por la música electrónica, que estudió formalmente desde 1982 en la Universidad de Stanford.
También data de esos años su exploración de la obra de Igor Stravinsky, Anton Webern y Steve Raich, grandes innovadores de la música en el siglo XX. Todo ello resultará evidente a lo largo de su carrera. Hedges interpretaba además la flauta traversa, la armónica, el piano y el tin whistle, una especie de flauta de seis agujeros. Otro gran instrumento en su vida fue la guitarra arpa (una guitarra con algunos bajos adicionales).
Cierta noche de 1980, mientras tocaba en un café de Palo Alto, California, Hedeges conoció entre su público al gran guitarrista acústico, creador de Windham Will Records y ganador del Grammy, William Ackerman, quien lo contrató de inmediato para salir de gira con él y para tocar en algunas de sus producciones. Fue el inicio propiamente de su carrera profesional.
En 1981 Hedges grabó su primer disco como solista: Breakfast in the field. El álbum fue recibido como la obra de un innovador y Hedges fue considerado desde entonces como uno de los guitarristas más originales de todos los tiempos. Luego llegó Aereal Boundaries, que le valió una nominación al Grammy y que es recordado como uno de los discos más importantes en la historia de la guitarra acústica: una serie de composiciones mezcla de Folk con New Age en las que parece haber un entramado de guitarras, pero en las que solo esta Hedges con una guitarra y sus manos ubicuas.
Luego vinieron Whatching my life go bye (1985), Live on Double Planet (1987), Taproot (1990), The road to return (1994) y Oracle (1997). Sin mencionar los trabajos en los cuales colaboró con gente como Bobby McFerryn. Still Crosby and Nash, y Neil Young. Michael Hedges se consideraba a sí mismo no tanto un guitarrista como un compositor. No obstante, la posteridad lo recordará por su exótico estilo para tocar la guitarra, lo cual incluye su particular preferencia por afinaciones novedosas, con frecuencia creadas por él mismo.
Michael Hedges murió en 1997 en un accidente automovilístico. Oracle, su última grabación, gano el Grammy en 1998.
del blog : “Una Vaca Multicolor”
el Canario
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