Les invito a dar un paseo musical por Nápoles, ciudad en la que arte y poesía llenan el aire, y le sorprenden a uno en cualquier esquina. Iremos de la mano de algunos artistas napolitanos de hoy y de ayer.
Haré un breve recorrido por algunas de las canciones que más me evocan esta hermosa ciudad mediterránea. ¿Me acompañan? Espero que si, y que disfruten de esta inesperada excursión.
Hace años leí una divertida noticia: unos pillos napolitanos vendían en plena calle unas botellas con difusores spray en las que se podía ver escrito: "aire de Nápoles". Cómo su improvisado puesto callejero estaba en una zona muy céntrica de la ciudad, hicieron su agosto con los turistas. Cuando finalmente llegó la policía, ya casi habían agotado todas las existencias.
Con este breve post yo también quisiera traerles un poco de aire de Nápoles; a través de su música recrear para ustedes la atmósfera de una hermosísima ciudad llena de vida... y de viveza. El tema que puse en la cabecera, Stop Bajon, de Tullio De Piscopo, un percusionista y baterista napolitano con una amplia discografía y un largo historial de colaboraciones ( Quincy Jones, Chet Baker, Perez Prado, Dizzy Gillespie, Gerry Mulligan, Don Cherry, Gil Evans, Wayne Shorter, sólo para mencionar unos pocos), me parece un buen aperitivo. Stop Bajon es su tema más comercial y el que le lanzó a la fama. Para mi es buenísimo.
Para seguir con nuestro recorrido musical en esta ciudad que descansa a los pies del monte Etna, ¿qué mejor que uno de los temas más conocidos de Pino Daniele?
Pino Daniele, nacido en el seno de una familia muy pobre, mostró desde su niñez una gran predisposición para la música; después de colaborar en diferentes bandas de Nápoles, empezó su andadura como cantautor. En sus canciones enlaza el habla de las calles de Nápoles y su folclore, con el jazz rock y el blues. El resultado es sorprendente: la sonoridad del dialecto napolitano encaja perfectamente, -a mi juicio mucho más que la del italiano y el español-, en un tema de blues, o en una pieza de jazz vocal.
Pino Daniele, nacido en el seno de una familia muy pobre, mostró desde su niñez una gran predisposición para la música; después de colaborar en diferentes bandas de Nápoles, empezó su andadura como cantautor. En sus canciones enlaza el habla de las calles de Nápoles y su folclore, con el jazz rock y el blues. El resultado es sorprendente: la sonoridad del dialecto napolitano encaja perfectamente, -a mi juicio mucho más que la del italiano y el español-, en un tema de blues, o en una pieza de jazz vocal.
Pino Daniele por un breve período de tiempo formó parte de la emblemática banda Napoli Centrale, que tomó su nombre de la estación central de trenes de esa ciudad. Fundada en 1975 por el saxofonista italiano James Senese y el baterista Franco Del Prete, Napoli Centrale es sin duda una de las bandas más cruciales del panorama jazz-rock italiano de los '70. Aquí les dejo un tema de esta banda que siempre me ha impresionado, un maravilloso ejemplo de jazz partenopeo ( o sea, de Nápoles):
Para introducirnos en el folclore y la música popular napolitana, creo que escuchar a la Nuova Compagnía di Canto Popolare es un buen comienzo. En esta banda está muy vivo el espíritu popular de esta ciudad, que se respira en sus barrios y suburbios; la sangre griega, romana, mora, española y normanda que corre por las venas de este pueblo ingenioso y versátil.
Pasemos ahora a un pop comercial pero elegante y bien hecho: les presento a Tony Esposito, un percusionista y cantautor, también napolitano, con mucha proyección a lo exterior. En 1984, con este Kalimba de Luna se dio a conocer por todo el mundo. Este tema fue versionado por muchos artistas famosos, entre ellos Boney M. A pesar de que con esta canción se nos presenta en su faceta más comercial (que no es sinónimo de malo), Tony Esposito tiene en su historial colaboraciones con músicos como Don Cherry, Gato Barbieri, Eumir Deodato, Naná Vasconcelos y Billy Cobham, entre otros. Vamos a escucharlo:
Y ahora, retrocedamos un poco en el tiempo, con un tema clásico, interpretado maravillosamente por un jovencísimo Massimo Ranieri. Esta canción realmente me emociona...
Para recuperarme después de tanta emoción, me estoy comiendo un buen plato de pasta alle vongole (berberechos), acompañado de un generoso Lacryma Christi blanco, vino originario de la región de Nápoles.
Parece que ya me voy sintiendo un poco mejor, y mientras acabo con esta delicia, escucho una preciosa tarantella interpretada por Fausto Cigliano, cantante y actor napolitano, acompañado por Mario Gangi:
Y porque no... Renato Carosone, autor de Tu vuo fa l' americano, entre muchos otros hits de la época. Mucha gente joven conoce esta canción sin saberlo. En 2010 un tema lanzado por el dúo australiano Yolanda Be Cool y el productor DCUP estaba basado en un sample de este tema de Carosone.. Pués este es el tema original, una idea de este hombrecillo que hace muchas décadas ya combinaba el jazz con la canción napolitana, de esta simpática manera:
Cómo no mencionar a Roberto Murolo, que para mi es La Voz de la canción napolitana, al igual que Sinatra lo era del jazz vocal y el swing:
Cuenta la leyenda que Parténope fue una sirena muy hermosa. Ulises, de regreso de la guerra de Troya, pasó con su nave ante los acantilados donde se decía que habitaban las sirenas, cuyo canto tenía tal poder sobre quien lo escuchara, que le empujaba a lanzarse al agua para ir en busca de aquellas criaturas mitad mujer, mitad pez. Sin embargo, en las rocas sólo se divisaba una multitud de esqueletos de aquellos que habían muerto ahogados en su infructuosa búsqueda de esas criaturas marinas.
El astuto Ulises, que quería escuchar ese canto sin sucumbir a su fascinación, ordenó a los tripulantes de su nave que se taparan los oídos con cera para no oír a las sirenas, mientras que él se hizo atar al mástil del barco con los oídos destapados. De esta forma, ninguno de sus marineros sufrió el menor daño, mientras que él, a pesar de haber implorado una y otra vez que lo soltaran, pudo disfrutar del canto celestial de las sirenas sin perder la vida.
Los dioses quisieron la muerte de una de las sirenas como desquite por esta victoria de Ulises. Parténope fue la elegida. Se lanzó al mar, y las olas la arrastraron hasta la playa donde llegó sin vida; allí fue enterrada entre grandes honores. Alrededor de su sepulcro se erigiría la ciudad de Parténope (en griego, Παρθενόπη), en el siglo VII a. C. , ciudad que más adelante se llamaría Nápoles.
En la vieja Nápoles existía la figura del 'o giuommennaro. Este personaje era una mezcla de juglar callejero, de payaso, actor, y cuentacuentos. A menudo traía consigo un atril con un tablón en el que había una serie de escenas dibujadas, que ilustraban las historias que se disponía a contar. Con esta actuación de Stefano Serino (si les aburre la explicación que da sobre la canción, pueden pasar directamente a la segunda parte del video, donde la canta), me despido, esperando que hayan pasado un rato entrañable, y disfrutado de la música de algunos de los mayores exponentes de la canción napolitana.
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