...Obra
totalmente desconocida hasta que Fulcanelli la mencionó en sus dos tratados. En El Misterio de las catedrales
la llama: "Un valioso
manuscrito anónimo del siglo XVIII" y la cita dos veces. En Las Moradas Filosofales solo la cita
una vez.
Este texto no fue impreso hasta el segundo decenio del siglo XXI y existía solo en
forma de manuscrito. Aparece a principios del siglo XXI en el catalogo de la
New York Library y en forma digital en su sitio web en su sección de Digital Collection unos años despues.
El texto ha sido cuidadosamente escaneado pero no ha tenido igual suerte el
índice al final del tratado y los scans de varias de las páginas de ese índice
tienen cortada la primera línea superior.
La
página web de la Biblioteca da la siguiente descripción:
Manuscript, in French, of a treatise on alchemy, with index at end
of volume. Unsigned and undated, believed to date to the early eighteenth
century. Endorsed on flyleaf: Albert H.Gallatin, Paris, 1869.
— The New York Library
Este
manuscrito ha sido puesto a disposición del público por The New York Public
Library en su Online Collection. En las primeras hojas aparece el nombre de quien fue dueño de este
manuscrito: "Albert H.Gallatin, Paris, 1869." ¿Será el mismo
texto que conoció Fulcanelli? Esto es algo que a estas alturas, en el año 2020,
parece imposible de resolver pero, de cualquier forma, es innegable que el
texto del manuscrito es el mismo que Fulcanelli leyó, sea en esta copia o en
otra.
Fulcanelli
indica su procedencia en la cita que hace en "Las Moradas Filosofales":
Partiendo
del hecho de que la Universidad de New York ha catalogado este documento como
un manuscrito del siglo XVIII hay una alta posibilidad de que sea el original
que menciona Fulcanelli como perteneciente a M. Dessaint. Si así fuera el caso
significaría que hay otro manuscrito en Francia o en alguna otra parte que es
la copia mencionada por Fulcanelli. No hay forma de ir mas allá en este sentido
sin tener más datos del documento guardado en la Universidad o alguna nota de
los involucrados que permita aclarar el punto.
Debe
aclararse sin embargo que el francés utilizado por el autor es el llamado
“moyen francais” o francés medio que se dejó de utilizar en los primeros años
del siglo XVII. Aunque el autor
menciona como último Adepto que conoce a Filaleteo quien publicó sus obras en
la segunda mitad de ese siglo (entre 1654 y 1680), sin embargo, el último autor
alquímico que cita es a Limojon de Saint-Didier cuyas obras fueron publicadas
en 1699 por lo que esta obra puede ser situada tentativamente como escrita
entre 1700-1710.
La
intención del Autor es la de describir detalladamente el procedimiento de
laboratorio de la Obra Alquímica. Algo que es muy poco frecuente en las Obras
de los Autores más famosos que han merecido el honor o han tenido la suerte de
ser impresos. Sin embargo, no espere el
lector una descripción lineal y en orden de esa operaciones. El autor las describe a la forma de los otros
filósofos: hablando de una parte del
Proceso y describiendo otra en el mismo párrafo, mezclando las operaciones y
usando diferentes nombres para una misma operación o para un mismo compuesto.
Ahora
bien, el motivo que el autor aduce para escribir esta obra es para lograr que
los amantes de la Ciencia que se dediquen al estudio de la Alquimia eviten los
libros de recetas y procedimientos:
« Es aún más necesario evitar la lectura de ciertos
manuscritos que se llaman procedimientos donde describen todo de punta a punta.
Esto es lo que nunca se ve en un verdadero filósofo, pero si en este tipo de
autores que no arriesgan nada; el que solo trabaja con ellos o según su método
perderá su tiempo y su dinero. Es para salvarte particularmente de este mal
paso que he hecho este tratado, para que puedas distinguir a los falsos
hermanos de los verdaderos »
Esta,
sin embargo, es solo una de sus razones. En la página 41 aclara más sus
motivos:
«habiéndolo escrito para que me sirva de memorial y de diario
para realizarlo, cuando Dios por su misericordia me haya dado la ocasión de
instruir al que dejaré este escrito por testamento. »
Unos
párrafos antes el Autor nos ha asegurado que evitará en su obra el uso de
parábolas, analogías, metáforas, jeroglíficos y demás medios que usan los
Filósofos para ocultar su Arte. Aseveración que cumple con creces y en una
medida sorprendente. Hay que señalar que este tratado da muchísimas
indicaciones de laboratorio que no se encontrarán en ningún otro texto y trata
de todas las partes de la Obra exceptuando la Aumentación y la Multiplicación, operaciones,
sin embargo, son muy conocidas y descritas en muchos libros alquímicos.
«Es por lo que me explico más claramente, eso que podría dejarlo
de forma más oscura, si lo escribiera para el público, especialmente cuando se
trata de entrar en la práctica ».
Por
otro lado, es interesante leer que el autor tenía la intención de ver publicada
su obra lo cual se corrobora con sus frecuentes alusiones al lector. Por qué no
fue publicada es algo que posiblemente nunca sabremos. Sin embargo, esa
intención explicaría el por qué, a pesar de su franqueza, no es este un
documento tan abierto y directo como otros manuscritos que hemos visto y que,
obviamente, fueron escritos únicamente para uso personal. Y debido seguramente
a esa intención de ver publicada su obra, el autor recurre frecuentemente al
empleo de los mismos métodos de ocultamiento que le critica a otros autores y
principalmente a Filaleteo.
Siendo
este tratado eminentemente práctico el autor nos dice abiertamente que, por ese
motivo, cita a Filaleteo frecuentemente y más que a los otros porque es el
autor que más se ha extendido en la práctica:
« Es este filósofo el que ha llegado a la práctica más que ningún
otro y el que escribió el último. Por eso lo cito a menudo y más que a otros ».
Opinión
en la que concuerda con Fulcanelli y Canseliet. A continuación de la cita
anterior amplia el propósito que lo llevó a escribir este tratado:
«Por lo tanto, es para ayudarte en este camino espinoso y para
resolver todas las dificultades que te impiden llegar al final deseado que he
hecho este escrito; Pero no te diré las cosas paso paso de modo que ya no
tendrías nada que descubrir. »
Sin
embargo, como ya se ha dicho refiriéndose al estilo de esta obra, no se espere
encontrar en este tratado una explicación clara y coherente del proceso de la
Gran Obra. El autor nos lo advierte:
« …Esto no me está permitido, debe de quedar algo para que lo
investigues y descubras; No es solo porque haya costado tantos problemas e
incluso gastos llegar a este gran secreto de la naturaleza…»
En
fin,el autor también pretende mostrar en su tratado :
«Este tratado también te enseña una manera de entender a los
filósofos que han escondido este arte divino bajo parábolas y signos y bajo
nombres tan diferentes para ocultarlo de los ignorantes e indignos. »
Para
lo cual cita constantemente a Filaleteo, Limojon de Saint-Didier, El
Cosmopolita y, a otros, como Hermes, Bernardo el Trevisano, Jean D’Espagnet,
etc.
Como
ya se ha dicho anteriormente, el Autor describe admirablemente todo el Proceso
Alquímico señalando infinidad de puntos que otros Filósofos no aclaran u omiten
totalmente. En su exposición incluye las operaciones relativas a la Primera
Obra que constituye uno de los puntos más ocultados por todos los Filósofos
Químicos. Y uno de sus méritos mas importantes es que insiste una y otra vez a
través de todo el tratado en las cualidades del agua mercurial:
«Es su Luna viva, es el verdadero y primer ser de oro, siendo
totalmente volátil y el campo en el que se siembra el Sol. »
Es
sin embargo, como se ha dicho anteriormente, un autor que usa constantemente
las mismas técnicas que le reprocha a Filaleteo y que después serán usadas
también extensamente por Fulcanelli: el de mezclar dos operaciones diferentes y
presentarlas como si se tratara de una sola operación o el de escribir sobre
una operación como si perteneciera a cierta parte del proceso cuando en
realidad pertenece a otra parte. Por lo que el lector debe de ser muy cuidadoso
y no dejarse llevar por una interpretación muy literal.
Sobre el
autor de este tratado
Aunque
el autor del manuscrito permanece anónimo los editores de la versión inglesa
publicada por Rubedo Press en el 2020 hacen notar en el Apéndice de esa
edición, el hecho de que las 3 primeros párrafos de esta obra son prácticamente
iguales a los 3 primeros párrafos de Le Chemin du ciel chymique de
Jacques Tol de la que se conoce exactamente la fecha de publicación de la versión
latina se conoce: Jacobus Tollius, Manuductio ad cœlum chemicum,
Amstelædami; Apud Janssonio-Waesbergios, 1688, es decir, unos doce o quince
años antes de la redacción probable de este manuscrito.
¿Se trata de un simple plagio de esos
párrafos o es que quizás fuera Jacques Tol el autor de este manuscrito y se
limitó a tomar los párrafos iniciales de una obra anterior suya para empezar
este nueva obra? Por el momento, sin
un análisis más profundo y sin otras pruebas es imposible decirlo.
Albert H. Gallatin
Fue
el dueño en el siglo XIX del manuscrito que está en la Biblioteca de Nueva York
y cuyo nombre aparece al principio del documento. Según los datos que se tienen de su vida
viajaba constantemente a Europa y adquirió este manuscrito en Francia en 1869.
Los
Gallatins fue una familia de origen suizo que adquirió prestigio y fama entre
los padres fundadores de los Estados Unidos de América. Este Albert H. Gallatin fue nieto de Albert
Gallatin quien fue senador y Secretario del Tesoro durante la presidencia de
Tomas Jefferson. El hermano Gallatin
sirvió como cirujano en la Guerra Civil y como profesor de varias ciencias en
cinco universidades.
Albert
H. Gallatin fue profesor de química, geología y ciencias minerales en la
Universidad de Norwich (CT); profesor de química en Rutgers Female College
(Nueva York); profesor de química analítica en NYU; profesor de química
analítica y director del laboratorio en Cooper Union y profesor de física en
Rensselaer Polytechnic Instituto (Nueva York). También estudió en el Union
Theological Seminary, fue curador en el New York Lyceum of Natural History y
director del Zoological Garden en Central Parque. Nació en 1839 y falleció en 1902.
Sus
documentos fueron donados a la Universidad de Nueva York donde probablemente
pueda encontrarse mayor información sobre sus actividades alquímicas.
Impresiones
de este tratado
A julio
del 2023 existen por lo menos 3 traducciones impresas de esta obra en cinco
ediciones:
1.
Le clef du cabinet hermétique,
Editions Philomène – Alchimie, 2019.
Formato grande. Parece contener
facsimile del original y versión en francés moderno.
2.
La Clef du cabinet hermétique,
Editions Philomène, Nov 12, 2021, formato A5, que solo contiene la versión en
francés moderno.
3.
La clef du cabinet hermétique,
Éditions Unicursal, 2023, formato A5.
4.
The Key to the Hermetic Sanctum/La Clef du Cabinet
Hermétique, Rubedo Press, Abridged, February 8, 2021,
formato A5, versión bilingüe.
5.
La llave al gabinete hermético,
Anónimo. Traducción de Juan Carlos
Catizone, BoD-Books on Demand, Alemania, 2023.
Después de
esta breve introducción esperamos que el lector atento aprecie y disfrute de la
riqueza de información que el autor anónimo nos proporciona.
M.M.
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